El funeral por el eterno descanso de Luis González, que fue administrador de LA NUEVA ESPAÑA durante muchos años, así como el impulsor de importantes proyectos editoriales para este periódico, se celebró ayer al mediodía en la basílica ovetense de San Juan el Real.

Sus hijos, Luis Alberto, María Begoña, Javier y Marta González Fanjul, fueron arropados por los asistentes al acto religioso, entre los que se encontraban muchos amigos y sus antiguos compañeros de este diario.

Y es que prácticamente toda la vida profesional de Luis González transcurrió en LA NUEVA ESPAÑA, hasta su jubilación, en el año 1992.

En este periódico dejó su impronta en importantes iniciativas como las aperturas de las delegaciones de Gijón y Avilés, y también los primeros fascículos coleccionables, así como de la instalación de la moderna rotativa del diario en el polígono de Silvota.

Sus buenas maneras y su bonhomía dejaron huella en todos los profesionales de este periódico que lo trataron.