"Creo que esto no es un ataque personal; creo que esto es un ataque a la profesión que desarrollamos, a nuestro compromiso con la verdad y a nuestro compromiso con lo que está pasando". Con estas palabras expresa Kiko Mestre, el periodista de "Diario de Mallorca" al que el juez incautó su teléfono móvil personal y el material relativo al caso Cursach que conservaba en la redacción, su malestar ante la decisión judicial en un caso en el que, insiste, no figura como investigado ni ha tenido acceso a la totalidad del sumario. "Esto es un ataque directo a la libertad de prensa, el gran perjudicado es la profesión de periodismo", sentencia Mestre.