El presidente de la Asociación Infancias Robadas, Juan Cuatrecasas, manifestó ayer, desde el Vaticano, adonde durante estos días ha seguido los avances contra la pederastia junto a su hijo, que sufrió abusos en un colegio del Opus Dei en Vizcaya, recibió el alegato del Papa Francisco con "cautela y de escepticismo" e insistió en la necesidad de " crear una estructura externa que monitorice y controle el cumplimiento estricto" de todo lo prometido por la curia, con "profesionales independientes e imparciales".

"Todo lo expuesto es un inicio, un programa de varios puntos de necesario, urgente e ineludible cumplimiento", señaló. "Maristas, Jesuitas, Salesianos, Sodalicio, Opus Dei, seminarios mayores y menores, obispados, ámbito cardenalicio, clérigos y religiosos, todos deben ser fieles a la palabra del Papa hoy", añadió. Sin esa fidelidad y sin la vigilancia externa que reclaman las víctimas y sus familias, "nuestro escepticismo no cambiará y seguiremos en la denuncia del tratamiento que la iglesia" les proporciona.

Juan Cuatrecasas reclamó "al Opus Dei y al resto de las congregaciones y prelaturas que den un paso definitivo al frente, reconozcan sus errores y a sus víctimas" y que den cumplimiento a las instrucciones del Papa. "Si el silencio y el encubrimiento, la cosmética y el barniz, siguen presidiendo su omisión del deber cristiano de socorro, seremos duros e implacables", advirtió.