La OSPA y el pianista Leon McCawley ofrecieron ayer un poderoso concierto en el auditorio de Oviedo, cuyo público les despidió con una gran ovación. McCawley -en la imagen, durante el concierto- ofreció una interpretación de Schumann muy delicada, aunque fue con la Sinfonía n.º1 de Brahms que el conjunto conquistó al público, con una OSPA que mostró un sonido de conjunto muy trabajado. En la propina,

"liebeslied" de Schumann-Liszt-Widmung, McCawley recuperó el tono intimista.