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Medicina robótica para vivir 130 años

La ingeniera Marián García vaticina que los pacientes del futuro dependerán de la inteligencia artificial y las bases de datos

Marián García, ayer, en Savoy (Gijón). ÁNGEL GONZÁLEZ

La esperanza de vida en España aumenta diez horas de media cada día. Los expertos calculan, de hecho, que ya han nacido las primeras personas que lograrán cumplir los 130 años. La investigadora y doctora en Ingeniería Industrial Marián García, sin embargo, cree que vivir mucho no implica vivir bien, por lo que supone que dentro de no demasiado tiempo la tecnología deberá tener un papel imprescindible también en la gestión de la salud. Los pacientes se acostumbrarán en las próximas décadas a descargar aplicaciones en sus teléfonos móviles que controlen sus niveles de tensión, a subir los datos de su historial clínico a la nube y a confiar en la robótica y la inteligencia artificial para recibir diagnósticos cada vez más tempranos. Así lo explicó ayer la experta durante su ponencia en la segunda jornada del festival de divulgación científica "Pint of Science", que tomó por sede el bar gijonés de Savoy.

Con motivo de su charla García lanzó en redes sociales una encuesta en la que preguntaba a sus contactos si desearían vivir los 130 años en los que se cifra ahora la nueva esperanza de vida. Tal y como ella esperaba, el 80% respondió que sí, pero sólo si podía mantener un buen estado de salud durante la vejez. "Lo que todos queremos es vivir más y mejor y lo primero ya está hecho, pero para lo segundo yo propongo apostar por la tecnología. Nos puede ayudar a prevenir si estamos sanos y a curarnos antes si caemos enfermos", resumió.

Ya existen los primeros ejemplos. García y su equipo presentaron hace meses "un bastón hiperconectado" para enfermos de alzhéimer y párkinson. "Aunque para el usuario es un simple bastón que le ayuda a caminar, en realidad es un aparato conectado a una aplicación que almacena datos y ayuda al médico a mejorar y afinar su diagnóstico", aseguró. Para un plazo corto y medio se le ocurren muchos más ejemplos. "No parece raro imaginarnos un aparato con el que podamos tomarnos la tensión y que vaya almacenando todos los resultados. Así, cuando fuésemos a la consulta, el médico ya sabría qué días la tuvimos alta automáticamente", comentó. La ingeniera apuesta por implementar esta tecnología en todos los niveles, desde la robótica y la inteligencia artificial más avanzada hasta simples aplicaciones de teléfono móvil que nos ayuden a hacer deporte y vigilar la dieta. "Los pacientes demandan una atención cada vez personalizada y la tecnología nos ayudará a satisfacer eso sin complicar la eficiencia habitual de los recursos sanitarios", sentenció.

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