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Peter Brook, de la ontología dramática al drama totalitario

La última obra del premio "Princesa de Asturias", cuyo estreno en España será el 12 de octubre en La Vega, reflexiona sobre el hecho teatral y documenta la purga estalinista a Meyerhold

Detalle de la representación de "Why?".

Estrenada el 19 de junio en París y desde hace dos semanas en el Polonsky Shakespeare Center de Brooklyn (Nueva York), la última obra del dramaturgo Peter Brook, premio "Princesa de Asturias" de las Artes, y de su colaboradora Marie-Hélène Estienne, "Why?", tendrá su estreno en España los días 12 y 13 de octubre en las naves de la fábrica de armas de La Vega, antes de viajar a Taiwán y antes de sus representaciones en el teatro Principal de Vitoria y en el Centro Dramático Nacional, a principios y finales de noviembre, respectivamente. De su paso por Francia y de las representaciones en Estados Unidos, la última obra de Brook ya cosecha los aplausos y la rendición ante un nuevo intento de destilar la esencia dramática y desnudar el hecho escénico hasta dejarlo en su pura esencia, sello del maestro.

La obra de Brook y Estienne, con la que lleva trabajando desde 1969, responde a esa primera pregunta, pura ontología dramática, "¿Por qué?". Ha dicho el premio "Princesa de Asturias", hombre nacido en Reino Unido, asentado en Francia y muy viajado por África y la India, que de todos los idiomas posibles eligió la voz inglesa, el "Why?", porque fonéticamente tiene la magia de "una pregunta abierta, lo que significa que no tiene respuesta posible".

"Why?" está en el otro lado de otros experimentos de Brook aunque también experimenta y prueba. Aquí la escena no se llena con más de veinte actores como en su monumental e interminable cuentacuentos de los ochenta, "Mahabharata", de nueve horas. En "Why?", durante 70 minutos sólo hay dos actrices, un actor, un piano y un espacio casi vacío, como en su ensayo seminal de hace más de cincuenta años. El acto teatral, una vez más, se crea con el diálogo, y durante los primeros 35 minutos, transcurre como una suerte de relato bíblico, proclamación de proverbios, que llegan tras una divertida paráfrasis del génesis: Dios crea a los hombres, los hombres se aburren y para resolverlo, el séptimo día Dios proclama "hágase el teatro".

A partir de ahí los actores van aproximándose a cuestiones esenciales de la dramaturgia en una letanía de preguntas -¿a qué he consagrado mi vida? ¿por qué? ¿por qué hacemos teatro? ¿de qué sirve? ¿de qué hablamos?- y respuestas -"el arte es a la realidad lo que el vino a las uvas", "el verdadero trabajo de un actor empieza tras su primera representación", "el teatro sólo encuentra su verdadera naturaleza ante el espectador"-.

Durante esa primera parte, los tres actores también protagonizan pequeñas escenas en las que dan vida a distintos tipos relacionados con la dramaturgia, desde una actriz quejándose de ser un simple figurante a un director explicando la emoción que transmiten determinados movimientos. Brook y Estienne van deslizando ya algunos conceptos que pueden remitir al protagonista de la segunda parte de la obra, el dramaturgo ruso Vsevolod Meyerhold.

La purga

Pese a haber sido alumno de Stanislavsky, Meyerhold (1874-1940), se rebeló en plena revolución rusa contra el teatro realista de las vivencias y las propuestas de su maestro y sentó los cimientos de un movimiento de vanguardia que se denominó biomecánica, que reposaba en los ejercicios mentales y físicos del actor, inspirados en las técnicas asiáticas, en el circo? Aunque Meyerhold, como cualquier otro padre de la dramaturgia contemporánea, pudo haber influenciado la trayectoria de Brook, donde el director anglofrancés pretende poner el foco en la segunda parte de "Why?" no es tanto en los métodos de Meyerhold como en la terrible verdad escondida detrás de las palabras del ruso cuando escribió que "el teatro es un arma muy peligrosa".

Aunque los tres actores hablan de Meyerhold y sus métodos e incluso llevan a escena un extracto de la producción que el dramaturgo hizo en 1926 de la sátira política "El inspector general" de Gogol, "Why?" va adquiriendo un tono más documental, con lectura de cartas y otros documentos en los que se va describiendo la purga estalinista que sufrió Meyerhold. Brook se recrea en el juicio, en la firme convicción del ruso en que la verdad triunfaría, en su ejecución y en el brutal asesinato de su esposa, la actriz Zinaida Reich, 17 veces apuñalada en su casa y vaciadas las cuencas de sus ojos, como Edipo, como el Rey Lear.

El drama de Meyerhold, que a la postre es el drama de los totalitarismos, de la falta de libertad, de esa edad de las tinieblas en la que Brook cree que transitamos por el auge de los totalitarismos es el último "¿Por qué?" de esta obra, un "Why?" no ya ontológico y sí una plegaria, el deseo de un final distinto.

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