Tras presentar el año pasado en el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) el largometraje documental "El pasado presente", Tito Montero retorna al certamen con "Un fantasma recorre [...]", la única producción asturiana que compite dentro de la Sección Oficial de Cortometrajes. Una película filmada en marzo pasado en el Museo de Bellas Artes de Asturias.
- ¿Cómo surge este proyecto?
-Llevo mucho tiempo trabajando la idea de que era importante no dejar pasar la efeméride del 1 de enero de 2020, los doscientos años del Trienio Liberal. Asturias no se puede permitir olvidarse conceptualmente de lo que significaron, históricamente, Riego y los liberales asturianos. Mi idea era hacer algo más amplio sobre Riego, el Trienio Liberal y las conexiones con el presente, que creo que hay muchas. Pero levantar proyectos en un lugar con una política cinematográfica inexistente es muy complicado. Cuando vino el cuadro se me encendió una lucecilla, y me moví rápido para documentar el proceso. En este punto he de decir que desde el museo fueron todo facilidades, fue un lujo poder trabajar allí y con ellos. Y mientras estaba documentando ese proceso tuve una especie de epifanía, la película apareció. Que Marx hablase de Jovellanos y Riego en sus artículos me influyó. Y hubo otro elemento de la exposición que me llamó la atención: la radiografía del retrato de Jovellanos, en la que asoma una mujer. Ahí estaba el fantasma.
- Como otros cineastas asturianos del momento, la reflexión sobre el pasado es importante en su cine. Pero en su caso es un pasado diferente, no los conflictos de los años treinta, sino el siglo XIX, ¿a qué se debe?
-Tengo mucho interés en la primera parte del siglo XX porque me parece capital, y estoy de acuerdo con la tesis de Ramón Lluís Bande de que somos hijos de un pasado conflictivo no resuelto. Pero el nivel de lo que hace Ramón Lluís es tan grande que es muy difícil aportar algo que no esté aportando ya él, con su cine, a la comprensión de esa época. Aparte, de una manera natural mis intereses también incluían el XIX; todo el proceso de "Regreso a la aldea perdida" me parece importante, y las luchas por las libertades también, esos mitos que tenemos que reivindicar en un momento marcado por la guerra por el relato: hay gente que la tiene muy clara y la izquierda la pierde por incomparecencia. Creo que en Asturias tenemos mucho que aportar frente al mito nacionalcatólico de Pelayo y cómo lo utilizó el franquismo.
UN FANTASMA RECORRE (Trailer) from De la Piedra Producciones on Vimeo.
- ¿Qué piensa del planteamiento del "Nuevu Cine Asturianu"?
-Estamos en un momento interesante para la reflexión. Está claro que desde principios de los años 2000 se hacen en Asturias películas con muchos nexos en común. En conjunto, necesitamos ver más las películas de los otros, ver cómo dialogan. El cine tiene una capacidad de crear relato, de convocar imagen, que a día de hoy es muy importante para una conciencia colectiva en descomposición como la nuestra, y esto creo que es importante: en descomposición pero no descompuesta. Es importante que alguien ponga negro sobre blanco esas conexiones, y Bande es el idóneo porque como cineasta es un lujo para una industria tercermundista, pero es que además poca gente tiene tal capacidad de análisis y conocimiento del cine.
- Habla de una "inexistente política cinematográfica", ¿qué se debería hacer?
-Las instituciones tienen que dar un paso al frente, entender lo que está sucediendo y posicionarse ante ello, creo que apoyándolo. También es necesaria una implicación más activa por parte de la televisión autonómica, porque entiendo que la producción cinematográfica es una de las razones de su existencia. Creo que el modelo "Film Commission" no aporta nada a la cultura asturiana, aunque puede aportar para otras cosas. El cine que podemos hacer en Asturias, a día de hoy, es un cine que es muy fácil de apoyar, porque no hablamos de un cine industrial y son películas que interpelan muy directamente al espectador asturiano.
