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Regreso al futuro

¿Y si no matamos al hombre de Sidrón?

Nuevos estudios corrigen la "prehistoria oficial": el antepasado del humano actual no "exterminó" a los neandertales

¿Y si no matamos al hombre de Sidrón?

Entre los muchos crímenes imputables al homo sapiens -el definitivo será, probablemente, la destrucción del planeta que lo vio nacer- está la extinción de los neandertales, la especie humana desaparecida hace 40.000 años. El relato aceptado hasta ahora se sustentaba en que la extinción se debió a una supuesta superioridad intelectual de nuestros antepasados, emigrados a Europa y el cercano Oriente unos 20.000 años y procedentes de África, quienes habrían logrado arrebatar los recursos e imponerse fatalmente a otra especie humana que, hasta no hace mucho, considerábamos una bruta encarnación de la estupidez, pero sobre la que empiezan a conocerse un lado mucho más humano: inventaron el arte, eran cazadores especializados, enterraban a sus muertos, cuidaban de los enfermos...

Pero las nuevas investigaciones nos absuelven del crimen. Los neandertales se habrían extinguido por "mala suerte", declara a "The Guardian", Krist Vaesen, de la Universidad tecnológica de Eindoven y autor principal de un estudio que modeló la evolución de las poblaciones neandertales durante más de 10.000 años. La conclusión es que los neandertales -de los que había entre 10.000 y 70.000 individuos cuando se presentó el homo sapiens- no nos necesitaron para extinguirse. Todo se debió a una combinación fatal de tres factores. Uno: la elevada endogamia, que debilita las poblaciones. Dos: los llamados "efectos Allee", "donde las poblaciones pequeñas no crecen por la limitada elección de pareja, lo que produce pocas personas para cazar, proteger los alimentos frente a otros animales y criar a los hijos del grupo". Y tres: las fluctuaciones naturales de la natalidad y la mortalidad y las proporciones entre los dos sexos. "Nuestros resultados indican que la desaparición de los neandertales podría haber residido solo en la pequeñez de su población: incluso si hubieran sido idénticos a los humanos modernos en sus rasgos cognitivos, sociales y culturales, e incluso en ausencia de competencia interespecífica, los neandertales enfrentaban un riesgo considerable de extinción", dicen los autores del trabajo publicado en "PLOS".

Un estudio anterior, a cargo de científicos españoles del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ya apuntaba en esa dirección. Al analizar datos de la región cantábrica -una de las zonas europeas con más yacimientos neandertales, como el de la cueva del Sidrón (Piloña)- concluyeron que ambas poblaciones apenas coexistieron más de un milenio en norte de España, "lo que refuerza la hipótesis de una causa de extinción intrínseca", indicaban.

En resumen, que quedamos absueltos del crimen del hombre de Sidrón. Pero no del todo. En el trabajo de la Universidad de Eindoven se incluye un matiz: "Si los humanos modernos contribuyeron a la desaparición de los neandertales, esa contribución podría no haber tenido nada que ver con la competencia por los recursos, sino más bien con cómo las poblaciones entrantes reestructuraron geográficamente a las poblaciones residentes". Es decir: ya eran pocos y endogámicos pero, cuando llegamos nosotros, los fragmentamos aún más. Y de ahí a la tumba, un paso.

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