En una de sus más recordadas películas, "El último caballo", el cineasta Edgar Neville mostraba a un trío de idealistas y a un équido que cortaban el tráfico en la Gran Vía al grito de "abajo los camiones". Ayer, en la fría noche madrileña, miles de personas -medio millón, según Ecologistas en Acción- tomaron todo el centro de la ciudad para reclamar a las autoridades de todo el mundo que se reúnen estos días en la ciudad por la Cumbre del Clima (COP25), que actúen ante la "emergencia climática".

Entre los miles de manifestantes que ocuparon ayer las calles, desterrando a los coches de la arteria entre Atocha y el Paseo de la Castellana, en pleno centro de la capital, destacaba la presencia de la joven activista sueca Greta Thunberg, que si bien llegó puntual al inicio de la marcha, no la pudo completar por motivos de seguridad. La adolescente, que portaba su ya icónico cartel reclamando una huelga estudiantil por el cambio climático, tuvo que abandonar la protesta -en un coche eléctrico- por recomendación de la policía a la altura del Paseo del Prado, y dirigirse directamente a Nuevos Ministerios, donde concluía la manifestación.

Allí, sobre un gran escenario, Thunberg tomó la palabra para denunciar la inacción de las autoridades ante una catástrofe inminente. "Los líderes políticos nos están traicionando y no vamos a dejar que se salgan con la suya, decimos basta ya. El cambio viene, os guste o no", afirmó Thunberg, enardeciendo a una multitud entregada.

Entre los miles de participantes en la manifestación había una delegación asturiana con miembros del movimiento estudiantil "Fridays for Future" -inspirado por la propia Thunberg- y de otro colectivos como el Movimiento Extinction Rebellion y sus Acciones de Desobediencia Civil, Asociacion de Amigos de la Naturaleza, Asociación de Estudios Geobiologicos, Greenpeace Asturias, Coordinadora Ecoloxista, Ecologistas en Acción Asturias, Movimiento de Pensionistas de Oviedo, 8M feminismo, Plataforma de Pensionistas de Mieres y Familias por el Clima de León. "Todos juntos realizamos este viaje dentro de lo que se ha llamado 'Asturias pol clima'", explicaban ayer los miembros de Extinction Rebellion, antes de tomar en Llamaquique el autobús que, desde Oviedo, les llevaría a Madrid para participar en la Marcha por el Clima.

"Ha sido una marcha multitudinaria, y muy animada. Esperemos que los delegados de la COP25 haya captado el mensaje, alto y claro, que la ciudadanía les ha trasladado de que hay que tomar medidas ya, ha sido una respuesta ciudadana adecuada", explicaba ayer desde Madrid José Manuel Lago, de la Coordinadora Ecoloxista, que tomaba parte en la marcha. La afluencia era tal, según relataba Lago, que llegó un momento en el que el grupo no podía avanzar. Justo lo mismo que le había pasado previamente a Thunberg, y que precipitó su traslado en coche eléctrico a Nuevos Ministerios.

"Dicen que hay 500.000 personas por lo menos. Es la gente que tiene la esperanza, sois la esperanza", proclamó la activista sueca durante su intervención al final de la marcha. En su discurso, atacó directamente a los líderes mundiales que participan en la Cumbre del Clima, insistiendo en que es la movilización ciudadana la que propiciará una salida a la crisis climática: "Estamos saliendo de nuestra zona de confort diciendo a la gente que tiene una responsabilidad para preservar el futuro y las generaciones actuales. La esperanza no reside dentro de los muros de la COP25 sino en la calle con todos vosotros", enfatizó Thumberg, entre el aplauso cerrado de la multitud.