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Avelino Sala recapitula la desquiciada pesadilla

"Esta exposición es una mirada al colapso occidental", afirma el artista asturiano, que presenta "Cuando el tiempo nos alcance"

Richard Fleischer firmó en 1973 una película, protagonizada por Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young, en la que mostraba una entonces distópica Nueva York del año 2022. "Cuando el destino nos alcance", el título del filme, ofrecía la visión de una megalópolis corroída por el efecto invernadero y la desigualdad social. Hoy la podemos ver casi como una historia realista. Avelino Sala (Gijón, 1972), uno de los artistas asturianos de mayor talento y densidad conceptual, vuelve a su ciudad de origen para "recapitular", como él mismo dice, sobre las multiplicadas asechanzas que derivan del cambio climático y otras amenazas al mundo que viene de la Ilustración. La pesadilla está aquí, se ha corporeizado.

Es lo que piensa Avelino Sala, que inaugurará el próximo viernes en la gijonesa galería Gema Llamazares su exposición "Cuando el futuro nos alcance", un guiño al título de la película de Fleischer. "Lo que planteo es una mirada al colapso de Occidente", explica el artista, recién llegado a Asturias de Madrid, a cuyo barrio de Vallecas ha trasladado el estudio que tuvo durante nueve años en Barcelona.

Los aficionados pudieron ver la primavera pasada en el avilesino Niemeyer obra de Avelino Sala, artista con una creciente reputación internacional. Expuso entonces "The Global Symbol", pero hacía dos años que no mostraba su trabajo en su sala asturiana de referencia. Es un creador en el que confluyen el dominio de varias disciplinas artísticas (del dibujo o la pintura al vídeo y la fotografía) y un elaborado discurso sobre la necesidad de un arte que sea algo o mucho más que mera ornamentación. Sus obras son, en este sentido, una elaborada metáfora sobre el malestar contemporáneo y los excesos del capitalismo neoliberal transfronterizo.

"Los tiros de esta exposición van por ahí, por el lado de ese tema crucial que es el del colapso (de la civilización); y habla también de la necesidad de tomar conciencia de todos estos cambios", explica el artista. Avelino Sala, que es también comisario y editor, ha escrito un texto para "Cuando el futuro nos alcance" en el que reflexiona sobre algunos de los contenidos de la exposición: "Nos encontramos a las puertas de un antropoceno aniquilador que no deja de ser el ángel de la muerte, un exterminador de otros mundos, pero también de este". Hay crítica, denuncia, desgarradura y ninguna complacencia con el estado de cosas.

Como suele ocurrir en sus exposiciones (en la de Gema Llamazares reúne piezas y trabajo de los últimos meses), Avelino Sala se despliega en varias disciplinas con el objetivo de proponer debates. Aquí, por ejemplo, está el de la ciudad dañada, pero también el del arte como necesidad expresiva y espacio de reflexión. Trae el artista más de cuarenta acuarelas sobre ocasos que pueden verse como correlatos del crepúsculo del ser ilustrado, según explica. También dibujo, pintura y un vídeo (una "stop motion") que es una denuncia sobre el levantamiento de muros innecesarios y opresivos. "Cuando el futuro nos alcance" incluye, asimismo, una instalación de porte escultórico con piezas al modo de libros. Un artista, en fin, que viene destacando por su alta capacidad para la resignificación crítica de lo que nos rodea.

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