El comportamiento en Asturias del coronavirus es un buen ejemplo de cómo se propaga esta enfermedad. Hasta la aparición del foco detectado en el colegio ovetense Masaveu, los servicios sanitarios asturianos tenían bien detectada la red de contagio de cada caso, habían seguido el rastro de sus relaciones y podían determinar mejor sin sorpresas la siguiente aparición de contagios. Sin embargo, el foco del colegio ha expandido de manera considerable el virus. A última hora de ayer había en Asturias 73 casos, de los que 31, además del docente fallecido, provienen de ese contagio. Ha sido un mecanismo multiplicador del contagio.

Teniendo en cuenta que la media de manifestación de la enfermedad del contagio está en unos cinco días según los últimos estudios, aunque puede extenderse a doce, las autoridades sanitarias asturianas son conscientes del riesgo que supone que siga habiendo actividades que permitan el contagio, como el ocio o las aglomeraciones de personas. Decidir frenar en seco las opciones de presencia en la calle es poner una barrera directa a la posibilidad de que se produzcan nuevos contagios.