La primera noche de cuarentena fue intensa para la Policía Local de Oviedo, encargada de cumplir el decreto del Gobierno que obliga a quedarse en casa salvo para algunas cuestiones necesarias como hacer la compra o acudir al trabajo.

Los agentes se vieron obligados a disolver un botellón que un pequeño grupo de jóvenes había organizado ayer noche en el barrio de Las Campas. En realidad cuando llegaron los coches patrulla "los participantes en el botellón salieron corriendo", según explicaron fuentes policiales.

No fue la única actuación de la noche. A última hora de la tarde la Policía Local acudió a cerrar un bar de la calle San Vicente que permanecía abierto. Ya habían informado por la mañana al dueño del negocio de que debía cerrar, no les hizo caso y acabó detenido por la Policía Nacional.

En una plaza cercana,en Trascorrales, los agentes cerraron otro bar que permanecía abierto por la noche. En este caso no hubo ninguna incidencia.

Donde más problemas encontró la Policía Local fue en un locutorio en el que se había reunido un notable número de personas. Los agentes les dijeron que debían abanadonar el local y uno de ellos se negó a cumplir las órdenes. Posteriormente quiso abandonar el lugar con su vehículo y los agentes le informaron de que debía someterse a la prueba de alcoholemia, se negó a hacerla, se enfrentó e insultó a los policías y acabó denunciado.

La centralita de la Policía Local de Oviedo recibió también anoche tres llamadas denunciando que se estaban realizando fiestas en las viviendas. Cuando llegaron a los lugares indicados en esas llamadas la celebración ya había finalizado.

La Policía Local ha reforzado sus servicios. Un decreto de la alcaldía suspende todos los descansos y vacaciones. Incluso agentes jubilados se han puesto en contacto con el servicio por si se requiere que se incorporen a trabajar.

El trabajo de la Policía Loca, dependiente en estos momentos de forma directa del Ministerio del Interior debido al estado de alarma, consiste en informar a la población de que debe quedarse en sus casas y en caso necesario tramitar las sanciones oportunas que serán impuestas por la Delegación del Gobierno en Asturias.