La unidad militar de élite asturiana está desde ayer embarcada en el combate contra coronavirus. Unos setenta soldados del Regimiento "Príncipe" número 3, con base en Cabo Noval, La Belga (Siero), comenzaron a patrullar ayer por las calles de Oviedo y Gijón. Su misión: ayudar a la Policía y a la Guardia Civil en el control de las calles y transmitir tranquilidad a la población en la prueba que atraviesa. No están autorizados a detener o multar, pero pueden retener a los infractores hasta la llegada de los agentes policiales. El despliegue militar dio incluso para momentos conmovedores, como cuando dos soldados ayudaron a una mujer mayor que iba cargada con la compra en la calle Fuente del Real, en Gijón. A los soldados se les pudo ver en la Escandalera de Oviedo, los alrededores de la Catedral o el HUCA. También en Gijón: en El Llano, La Calzada, el Muro de San Lorenzo o el paseo de Begoña.

Además, la sección de la UME que anteayer actuó en Oviedo se esmeró ayer por la mañana en desinfectar el gijonés Hospital de Cabueñes, así como otras infraestructuras prioritarias de la ciudad, como los centros de salud, el Ayuntamiento y la estación de tren. Por la tarde se desplazaron a Avilés, donde focalizaron su acción en el Hospital San Agustín y las estaciones de tren y autobús, y también a Langreo y Mieres, donde desinfectaron los accesos a los hospitales Valle del Nalón y Álvarez-Buylla. La presencia de los militares en el hospital avilesino sorprendió a muchos usuarios, que agradecieron su labor. "Al principio asusta ver los camiones y los coches militares, pero la verdad es que nos reconforta y da seguridad saber que se están desplazando para que todo esté bien", aseguró la avilesina Pilar Vázquez.

"Estamos actuando en las entradas de los edificios, barandillas y pomos de puertas, las zonas probables de propagación", explicó el capitán José Javier Pascual, que distribuyó a los militares en una decena de grupos por Gijón, con el centro de mando en el cerro de Santa Catalina. "Nunca estás preparado para situaciones como estas", explicó. "Nadie está acostumbrado a esto, ni la UME ni la población civil. Pero sí estamos mentalizados", añadió. Los soldados de la UME son "plenamente conscientes del momento de dificultad que está pasando la población española" y sienten el apoyo de la población. "La gente nos da las gracias desde la ventana y nosotros respondemos de la mejor forma que podemos", aseguró.

Pascual quiso dejar un mensaje para las personas confinadas: "Saldremos adelante con la ayuda de todos, porque esto es cuestión de todos: tan importante somos nosotros que desinfectamos como las familias que quedan en su casa y no salen". Él mismo se emocionó al recordar el aislamiento de sus propios familiares.