No hay descanso desde hace una semana para Marcos Castillo, Juan María Piñera, Carlos Moreno-Luque y Bartolomé López. Son los cuatro investigadores asturianos que han desarrollado en tiempo récord un prototipo de respirador automático a partir de la impresión 3D. El equipo podría salvar a hospitales de toda España, ya que los respiradores escasean en los centros sanitarios como consecuencia de la pandemia del coronavirus. El aparato será probado clínicamente "en los próximos días" en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA

Su titular, Borja Sánchez, aseguró que tanto su departamento como las autoridades sanitarias están trabajando para "acelerar los trámites" y que así el prototipo pueda ser validado clínicamente "lo antes posible". En el caso de pasar esta prueba, la Consejería buscaría "la forma de financiar" la fabricación masiva de los respiradores con el fin de salvar vidas en Asturias.

Sus creadores se hacen llamar "Resistencia Team" y antes del pasado sábado ni se conocían. Son un ingeniero informático (Marcos Castillo), un ingeniero mecánico (Juan María Piñera), un ingeniero electrónico (Carlos Moreno-Luque) y un especialista en 3D (Bartolomé López Medina), que se organizaron primero a través de Telegram y después a través de Twitter para ayudar de manera altruista en la lucha contra el coronavirus.

Los asturianos, que no paran de recibir mensajes de apoyo -ayer mismo contestaron a más de 200 correos electrónicos-, ya sirven de inspiración a científicos de todo el mundo. Por ejemplo, en Estados Unidos, un grupo sigue sus pasos bajo el nombre "Right to breathe" (Derecho a respirar). A través de sus redes sociales, los expertos asturianos han difundido documentos en código abierto para que cualquier persona con impresora 3D pueda producir las piezas y desarrollar todos los respiradores automáticos que pueda para donar a los servicios sanitarios. "Aun no salvamos vidas, pero seguimos sin descanso", afirman desde sus cuentas.

El proyecto ha despertado el interés de la Fundación Cotec para la Innovación, que pidió el apoyo del Principado para validar el prototipo y ponerlo al servicio de las autoridades sanitarias cuanto antes. Los asturianos también cuentan con la colaboración de la Guardia Civil, que donó en la noche del jueves un total de cien boquillas de etilómetros, indispensables para su respirador.