Las funerarias han de cumplir unas normas dictadas por la consejería de Sanidad del Principado cuando les llega un fallecido por coronavirus. Un responsable de la funeraria de Avilés, que pide "comprensión" a los familiares en una situación como la que se está viviendo, explia cómo es el proceso a seguir. Es consciente de lo duro que es no poder despedirse de un ser querido, pero explica que está obligado a seguir las normas que les dictan las autoridades competentes.

El protocolo que ha de seguir la funeraria cuando les llega un caso de fallecido por coronavirus es el siguiente:

-El cadaver ha de ser metido en una bolsa sanitaria, biodegradable y de traslado.

-Una vez cerrada, se limpia con desinfectante de uso hospitalario.

-Una vez desinfectada, se mete en una bolsa estanca que ya nunca más puede ser abierta. La consejería ha informado de que esos cadaveres no pueden ser reconocidos.

-La familia, a continuación, puede elegir entre el enterramiento y la incineración.

-No se puede hacer un velatorio de un fallecido por coronavirus.

Este responsable de la funeraria avilesina explica, a su vez, que en estos momentos también ellos están viviendo una situación complicada. Entiende que los equipos de protección individual (EPIS) van destinados a los sanitarios, pero ellos están cerca de quedarse sin ellos: "Están confiscando todos los EPIS y no disponemos de ellos para hacer nuestro trabajo, no nos los pueden servir y se nos van a acabar pronto. Teníamos un stock normal e hicimos un pedido muy superior al ver lo que podía venir pero se decomisaron los pedidos y estamos esperando a que se nos surta".

También en el caso de las funerarias, al menos de la de Avilés, se está trabajando con menos personal del habitual. En el caso de esta funeraria, hay un retén que se queda en casa por si el compañero que está trabajando cae enfermo y así poder mantener el servicio.