El presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, insistió ayer en menospreciar el avance en el país de la pandemia de coronavirus, que calificó de "gripecita", y exigió que las medidas de confinamiento social se restrinjan a los ancianos y enfermos, en medio de las críticas de casi todos los sectores políticos. "Si la política de aislamiento continúa, tendremos el caos y el virus juntos", aseguró el presidente brasileño. "El virus llegó y en breve pasará", sostuvo.