La sorpresa fue mayúscula cuando, al comienzo del turno de las seis de la mañana de ayer, los ATS de Arcelor comenzaron a pedir a los trabajadores que bajaran las ventanillas de sus coches porque les iban a tomar la temperatura con una pistola. Pasó antes de las seis de la mañana, poco antes de las dos y al filo de las diez de la noche: en las entradas de Trasona y de Tabaza, como se ve en la foto. En Asturiana de Zinc se ha comenzado a medir la temperatura también.