Las oficinas de relaciones laborales del Principado de Asturias reciben casi 700 peticiones diarias de empresas que quieren poner en marcha un expediente de regulación de empleo temporal para aligerar plantilla mientras que la crisis sanitaria del coronavirus escampa. En su gran mayoría se trata de pequeños negocios, en general, comercio de pie de calle con poca plantilla, bares, restaurantes y algún servicio de catering. Es decir, todos aquellos establecimientos que se han visto obligados a cerrar para evitar que el virus se propague. En total, desde que el coronavirus se desató por España se presentaron en la región 6.850 expedientes temporales de empleo (ERTE). Lo que no ofrece el Gobierno regional son cifras de cuántos trabajadores pueden verse afectados por estos recortes.

Los pequeños comercios, bares y restaurantes han sido los primeros, pero poco a poco la parálisis económica comienza a tocar el corazón económico de la región, su industria. La mayor empresa asentada en Asturias, ArcelorMittal, está negociando estos días cómo aplicar una regulación de empleo para sus talleres. Tiene instalaciones en Gijón y Avilés que dan empleo directo a 5.500 personas. De momento, ya ha suprimido turnos de trabajo en varios de ellos y va a parar uno de los dos hornos altos que tiene en la localidad gijonesa (los dos únicos que quedan activos en España).