No estamos en Navidad, no hay muchos motivos para la alegría compartida ni tampoco se pueden reunir las familias y amigos en gran número, pero hoy más que nunca cobra todo su sentido la fábula de Frank Capra que nos recuerda ¡Qué bello es vivir! No es solo una comedia fantástica con ángeles necesitados de alas y personajes buenistas: también acoge en una parte de su mensaje una punzante advertencia sobre algunos de los males de la condición humana: el egoísmo cobarde, la codicia desmedida, el miedo irracional. Al final, gana lo bueno.
03 No te tapes los oídos