Es tan sencillo como tener una escoba, un recogedor y unas cuantas bolas en casa. El sitio ideal para el juego es el pasillo, donde puedes tener una distancia de unos tres metros para, armado con la escoba, intentar meter las bolas en el recogedor. Como es lógico, gana el que más acierta a meter más bolas. "Empezamos en casa, como una tontería, y nos tiramos una hora jugando", dice Claudio Fernández Feliciate sobre esta actividad que ha ideado él mismo y experimentado con sus dos hijos.

"Soy profesor de Educación Física y de lo que se trata es también de entretener a los alumnos, tengo además un blog eductivo en el que intento llevar esto del confinamiento de una manera más divertida y entretenida", explica Claudio Fernández, quien advierte de que "no es tan fácil como pueda parecer, hay que saber la caída del suelo". Ya hay quien ha experimentado con este juego y le ha hecho saber a Claudio cómo le ha ido: "Hay quien me dice que no tiene bolas en casa, hubo alguien que lo hizo con naranjas".

Claudio Fernández trabaja en el colegio Hermanos Arregui en Pola de Siero y, ahora que las clases están suspendidas por la pandemia del coronavirus, trata al menos de mantener el contacto con sus alumnos: "Contacté con las familias para que vean que nos preocupamos por ellos. Es importante saber las situaciones personales de cada, hay quien no tiene ordenador o solo cuentan con un teléfono para trabajar en casa", añade.