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Crisis del coronavirus

Un ovetense que estuvo sedado en la UCI: "Solo pido que protejan a los sanitarios"

Víctor Manuel Landeta, de 48 años, recibe el alta hoy y deberá cumplir cuarentena en su casa: "El personal del HUCA hizo que nunca me sintiera solo"

Víctor Manuel Landeta Vallejo, ayer, en su habitación del HUCA. LNE

Los violentos embates del COVID-19 obligaron a los médicos a tenerlo sedado durante unos días. Superó esa fase, salió de la unidad de cuidados intensivos (UCI), pasó a planta y, si todo va bien, hoy mismo concluirá su estancia en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA.

"Ante todo, quiero dar las gracias al personal sanitario, que hizo que en ningún momento me sintiera solo a pesar de que no he podido recibir visitas", explica a LA NUEVA ESPAÑA Víctor Manuel Landeta Vallejo, vecino de Oviedo y mecánico de coches en un taller de la capital del Principado. Natural de Quito (Ecuador), cumplirá 49 años el próximo 11 de julio. Lleva veinte viviendo en Asturias.

Ahora que se marcha del hospital, la principal preocupación de Víctor Manuel Landeta se centra en sus grandes benefactores en los momentos más difíciles de su vida: "Solo pido una mejor protección para los médicos, las enfermeras y el resto de los trabajadores de la sanidad. Se juegan la vida por nosotros todos los días y son los que tienen que cuidarnos".

Fue el pasado 21 de marzo, sábado, cuando ingresó en el HUCA y fue llevado directamente a la UCI. Unos días antes había empezado a percibir síntomas inquietantes: dolor de cabeza, fiebre alta y tos. Acudió dos veces al centro de salud de La Ería y su médico le recetó paracetamol y le recomendó que se controlara la fiebre. Pero el cuadro empeoraba. "Una ambulancia me llevó al hospital y me ingresaron directamente en la UCI".

Le realizaron pruebas y le aplicaron tratamientos, pero la situación se complicaba, y los médicos optaron por sedarlo. Ahí, su memoria pierde las referencias temporales. Hasta que se despertó. Y el pasado domingo, entre aplausos del personal sanitario, dejó la unidad de cuidados intensivos y pasó a planta. Era el segundo infectado por coronavirus que lograba superar una situación crítica en Asturias. Le había antecedido una mujer de 56 años que recibió el alta anteayer, martes.

Víctor Manuel Landeta no sabe con precisión dónde pudo contagiarse: "No tengo ni idea; por más vueltas que le doy a la cabeza no se me ocurre cómo puede haber ocurrido", indica. Sin embargo, estos días ha ido enterándose poco a poco de que "hay muchos infectados" entre un grupo de amigos de diversos países latinoamericanos que acostumbran a reunirse los fines de semana.

Padre de una niña de 4 años, el paciente ecuatoriano ya había sufrido con anterioridad dos pequeños ictus que no le dejaron secuelas. "Este es el tercer susto", señala. También superado. Se siente "muy recuperado" y, además, la médica que le lleva se muestra "muy optimista". Ahora le toca cambiar de escenario, pero no de actitud: Víctor Manuel Landeta tiene por delante quince días de cuarentena aislado en su casa.

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