El Congreso celebrará un Pleno el miércoles de la próxima semana para debatir la prórroga del estado de alarma y la concreción de las nuevas medidas del confinamiento. El Gobierno anunciará antes la decisión, condicionada a la evolución de una situación que mejora, aunque esa buena marcha podría quedar interrumpida si el aislamiento de la población se relaja antes de que se consolide el cambio de tendencia.

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, fijó para el martes la reunión de la Mesa y la Junta de Portavoces. El órgano que rige la actividad de la Cámara baja analizará las propuestas pendientes de calificar, entre ellas, si el Gobierno así lo pide, la petición para prorrogar el estado de alarma vigente. El plazo para refrendar esa decisión está muy tasado al finalizar el 11 de abril la primera prórroga, cuya prolongación exige el respaldo del Congreso. A diferencia de ocasiones anteriores, en las que el Ejecutivo tenía garantizado de antemano el apoyo parlamentario para sacar sus decisiones adelante, ahora se enfrenta a las críticas de grupos que, como es el caso del PP, se distanciaron del Gobierno disconformes con algunas de sus medidas económicas. El presidente Sánchez hablará durante el fin de semana con todos los portavoces y confía en que ninguna de las formaciones cumpla su amenaza de retirarle el respaldo. La excepción sería Vox, que ya avisó al Ejecutivo de que no cuente con sus votos. Ciudadanos muestra mejor disposición que los populares a colaborar con el Ejecutivo. Las medidas que se adopten pueden contribuir a atraer apoyos con los que hasta ahora no contaba el Gobierno, como los de ERC, que propone diversas medidas para atenuar el confinamiento.