Pese al elevado número de fallecimientos por el COVID-19 registrados hoy en Asturias, con 10 muertes, la evolución de los casos detectados constata que la pandemia remite y se aproxima a un periodo de control aceptable de los contagios en un horizonte de dos semanas.

Ya sabemos que forma parte de la dinámica de la enfermedad que se incrementen los fallecimientos cuando el número de casos desciende. Pero, salvo ese hecho, hay datos positivos hoy 6 de abril: solo se han sumado 33 nuevos casos, baja la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos, se han elevado en 22 las curaciones y han aumentado en 13 las hospitalizaciones. El punto de inflexión en el control de la enfermedad se producirá cuando el número de casos detectados sea menor que la suma de curaciones y fallecimientos. Habrá no obstante que esperar al dato de mañana por si hubiese influencia del "efecto domingo".

La evolución se ajusta a la curva de tendencia de los matemáticos asturianos Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz, que identificaron cuándo se produciría el pico de casos en Asturias.

Una variable a tener en cuenta es la posibilidad de que en los próximos días veamos crecer el número de casos diarios, tal vez debido a que se realizarán más test e irrumpirán las pruebas rápidas.

Ese hipotético salto no debería suponer en ningún caso un cambio en la tendencia de la enfermedad, sino que únicamente significa que se detectan más pacientes leves o asintomáticos que hasta ahora permanecían ocultos.

El modelo de los matemáticos asturianos deja claro que España se encuentra ya en descenso de la curva, tras superar el fin de semana del pasado 29 de marzo el máximo de casos, tal y como pronosticaron Juan Luis Fernández y Zulima Fernández-Muñiz. Cabe quizás que mañana martes, 7 de abril, se produzca un repunte si, como el pasado martes, se acumularon casos que fueron referidos con retraso a causa del fin de semana.

En los datos de España de hoy hemos comprobado cómo todas las comunidades autónomas, a excepción de Castilla-La Mancha y Extremadura, tienen un porcentaje de enfermos recuperados superior al de víctimas mortales.

Además, el número de fallecidos diarios ha caído a 637 en el conjunto de España, elevando ya a 13.055 el número de muertos por el COVID-19, la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2. Se trata del cuarto día en que la cifra total de fallecidos diarios desciende respecto a la jornada anterior y, además, representa la cantidad más baja en dos semanas.

Tal y como pronosticaron los investigadores asturianos, haber alcanzado el máximo de casos no implica, al menos durante un tiempo, que se contenga la cifra diaria de fallecidos. Tal es así, que ha tenido que pasar prácticamente una semana para que podamos ver que, al menos en apariencia, la curva de decesos también comienza a descender.

El modelo matemático aplicado por los profesores de la Universidad de Oviedo permite además evaluar, con un sistema predictivo similar al que se emplea en bolsa para proyectar la evolución de las acciones, cuál será la cifra de casos más probable mañana en las distintas comunidades autónomas.

Europa y Estados Unidos

Mientras la vieja Europa debate la fórmula para reconstruir su economía y la curva de contagios alcanza su máximo, la pandemia de COVID-19 irrumpe en América, donde Estados Unidos y los países latinos se preparan para una escalada de casos aún quizás mayor a la que hemos visto aquí.

El matemático Juan Luis Fernández, catedrático de la Universidad de Oviedo, aplica su modelo de desarrollo de la enfermedad, que ha pronosticado con acierto la evolución en España y las comunidades autónomas, al resto de países europeos y a Estados Unidos. En colaboración con la también profesora de la misma institución asturiana Zulima Fernández-Muñiz, el modelo permite intuir lo que viene en el futuro.

El siguiente gráfico muestra la evolución en casos detectados diarios de enfermos y número de fallecidos cada día en España y en otros países.

Conviene recordar que la curva de casos se refiere al momento en que los servicios sanitarios detectan al enfermo con síntomas, aunque en realidad el contagio se ha producido aproximadamente una semana antes. Los fallecimientos suelen producirse también entre una y dos semanas después del ingreso del paciente que evoluciona con gravedad, por lo que pueden estar descendiendo los casos y, al mismo tiempo, creciendo el número de fallecidos. A la luz de los últimos datos, es posible que habiendo alcanzado el pico de casos detectados el pasado 29 de marzo ahora estemos en el máximo de fallecidos o a punto de superarlo.

En Italia, esa relación es clara porque al tiempo que los casos experimentaban un continuado descenso, más bien en forma de meseta, los fallecimientos aún se elevaron una semana después. Otro tanto se observa en Alemania, aunque la tasa de mortalidad es mucho menor. En Francia existe una perturbación estadística, ya que ese último pico de casos corresponde a la acumulación de contagios detectados en geriátricos, que hasta ahora no se contabilizaban.

En definitiva, podemos observar que el comportamiento de las curvas es bastante similar en todos estos países, que han adoptado, más o menos con diferencia de días, medidas parecidas. La diferencia está en Corea del Sur que llevó a cabo una campaña de detección precoz realizando numerosos test cuando empezaba a propagarse la enfermedad, identificó pronto a una enferma "supercontagiadora" y embridó rápidamente la curva, evitando que se disparasen los fallecimientos.

El hecho de que España e Italia, los principales focos de la enfermedad en Europa estén en ya en descenso, arrastra al conjunto del continente. España es ahora el segundo país del mundo, detrás de Estados Unidos, en número de casos, tras superar definitivamente a Italia, aunque la cifra de fallecidos españoles es aún de 3.000 menos que la luctuosa estadística italiana.

La proyección de casos para mañana en los países de Europa es la siguiente:

Pero donde la enfermedad sigue ganando terreno, y aún le queda, es en América. Juan Luis Fernández, también director del Grupo de Problemas Inversos, Optimización y Aprendizaje Automático, y Zulima Fernández-Muñiz han modelizado la evolución del COVID-19 en los Estados Unidos. Según su pronóstico, faltan casi quince días de ascenso en la curva hasta alcanzar un máximo de unos 90.000 casos diarios declarados. En total, según el modelo, sólo en Estados Unidos el país declararía un total de 1,2 millones de infectados, con un número total de víctimas que podría alcanzar las 90.000 personas.

Cuando el modelo de los matemáticos asturianos se aplica al conjunto del planeta, se observa que el pico aún tardará unos 20 días, con un máximo de casos detectados diarios de unos 250.000.