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La región registra doce muertes, el peor dato de la crisis, por varios focos en geriátricos

Los 11 nuevos ingresos en planta, que suman 341, se contrarrestan con otros 16 pacientes curados l El HUCA estudia permitir visitas a enfermos terminales

Clientes con mascarilla, ayer, en la cola de un supermercado de Oviedo. IRMA COLLÍN

Pese a que la presión hospitalaria continúa a la baja, los últimos focos de contagios en residencias de ancianos han hecho que la jornada de ayer haya instaurado el nuevo récord de muertes por coronavirus en Asturias. Fueron doce los fallecidos, los mismos doce que notificó ayer Servicios Sociales en geriátricos de la región, aunque surgen dudas sobre una víctima que murió el viernes y se notificó ayer, un matiz que el Principado no logró aclarar. En cualquier caso, nueve de los afectados, la mayoría, pertenecían a residencias privadas o concertadas.

Preocupa especialmente el geriátrico Jovellanos, ubicado en Gijón: seis de sus residentes han muerto en los últimos dos días y acumula 27 casos activos. Es ahora el centro más afectado por detrás de Palacio Villar (Castrillón), que suma 37.

Como datos positivos, la región registró ayer 16 curaciones (aunque contrastan con las 42 de la jornada anterior) y sigue asentando su calma en las UCI con solo 61 enfermos graves, uno menos de los que había el viernes. Se detectaron 65 nuevos contagios, un repunte notable, y se tramitaron otras 800 pruebas diagnósticas, sumando ya 22.007. Las plantas hospitalarias tenían ayer 341 pacientes que, aunque son once más de los que había el viernes, dejan aún mucho margen de maniobra para nuevos ingresos.

En la tarde de ayer, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) había unos 90 ingresados con coronavirus en planta, prácticamente los mismos que los registrados el viernes, y con otros 18 pacientes en las áreas de sospechas y a la espera de resultados, un balance también similar al de la jornada anterior. En UCI la actividad sigue oscilando entre 40 y 45 pacientes en estado grave. Hay alrededor de medio centenar de camas en planta libres, sin contar con un par de plantas que, de momento, siguen cerradas. El personal del Hospital Monte Naranco está cuidando de unos 35 enfermos. Como novedad, y según informó ayer Salud al Sindicato Médico, el HUCA estudia también ahora permitir el acompañamiento de familiares a enfermos terminales para que, al menos, puedan despedirse. Se analiza ahora cómo se podrá garantizar la seguridad del visitante para evitar contagios.

Cabueñes, por su parte, amaneció con unos 40 ingresados por coronavirus en planta y otros tantos pendientes de resultados, cifras también similares a las registradas los últimos días. Las 109 urgencias de la noche anterior, también estables, no provocaron ningún colapso en las UCI, con ocho afectados por el virus y otros cinco ingresados en el área "limpia" habilitada desde hace semanas en Cardiología. El Hospital de Begoña y el Sanatorio Covadonga, los dos centros privados que apoyan el cuidado de positivos en Gijón, tenían ayer a 10 y 20 pacientes con COVID-19, respectivamente, con varias camas aún libres. También siguen colaborando el Hospital de Cruz Roja, que admite a pacientes con perfil geriátrico, y el de Jove, aunque los empleados de este segundo centro siguen "extrañados" por la escasa derivación de enfermos. Del hospital de campaña en el recinto ferial Luis Adaro sigue sin saberse nada. El San Agustín de Avilés, por su parte, sigue estable. Tenía ayer a 7 ingresados con coronavirus en estado grave en su UCI, a 42 positivos en planta y a 12 usuarios a la espera del resultado de sus pruebas.

Mientras tanto, el Principado vigila la posible competencia desleal en la venta de productos sanitarios como guantes, geles y mascarillas, así como el presupuesto que ofrecen los servicios funerarios, para garantizar que las tarifas actuales no se disparen respecto a épocas anteriores a la crisis. El HUCA, además, es ya uno de los 62 hospitales de todo el país que participan en el primer ensayo clínico para prevenir el COVID-19 en personal sanitario. Para ello, se administrarán de manera preventiva y aleatoria uno o dos medicamentos que se compararán con un grupo placebo.

El tratamiento preventivo durará 12 semanas y se realizarán análisis mensuales de evaluación. La iniciativa sigue una línea similar a la propuesta por la Sociedad Internacional de Bioética, que abogaba ayer por medicar de forma preventiva a asintomáticos y portadores para impedir que pudiesen transmitir el virus por boca y nariz. El Gobierno regional también confirmó que en la noche de anteayer llegaron a Asturias 19.200 test rápidos, que se suman a los 20.400 que envió el Gobierno central a inicios de semana. Varios sanitarios han sido convocados para hoy para someterse a nuevas pruebas.

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