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Crisis del coronavirus

Los psicólogos afirman que "el peor virus para la salud mental es la incertidumbre"

Angélica Rodríguez, experta en intervención en emergencias, ve indicios de apatía entre la población y prevé casos de estrés postraumático

La psicóloga Angélica Rodríguez. LNE

El confinamiento y la incertidumbre por la crisis sanitaria y económica del coronavirus impactan en la salud mental de los ciudadanos. El estado de ánimo se modula a medida que se suceden los acontecimientos, y a estas alturas, en la sexta semana de encierro, comienza a decaer. La psicóloga asturiana Angélica Rodríguez, coordinadora del Grupo de Intervención en Emergencias y Catástrofes del Colegio de Psicólogos de Asturias, ha constatado en sus consultas, telefónicas o por videoconferencia, que en esta cuarentena la gente ha transitado desde la hiperactividad inicial hasta la apatía de la última semana. "Para la salud mental, el mayor virus es la incertidumbre, y no sabemos cuándo ni cómo va a acabar esto", afirma.

Los efectos empiezan a ser evidentes. "Ya no tenemos los reforzadores del principio, cuando a pesar de la gravedad prevalecía la novedad. Ahora el confinamiento se ha vuelto más hacia dentro, más real, y mucha gente busca el aislamiento. Estamos notando un aumento grande de la apatía, la gente dice que no tiene ganas de hacer nada". Angélica Rodríguez explica que al principio la gente se sumaba a las actividades en grupo online, ya fuera la zumba virtual o los conciertos en Instagram; luego se volcó en actividades más hogareñas, como la repostería o el horneado de pan, y poco a poco se va dejando caer en la inactividad. "Se levantan más tarde, han dejado la rutina de actividad física, cuidan menos la alimentación -es imposible que se consuma todo lo que se está comprando-, comen peor, no respetan los horarios... Estamos como barcos a la deriva", argumenta. Y añade que toda aquella actividad inicial se ha sustituido "por sofá y consumo de información". "Hasta el tráfico en los grupos de WhatsApp ha bajado. Nos están pudiendo la epidemia y la incertidumbre", advierte.

La experta en emergencias ha constatado "un antes y un después de Semana Santa", que ya preveía. "En esa fecha nos acercábamos al mes de confinamiento y muchos tenían planes para viajar o salir de vacaciones; vernos encerrados en una situación en que lo normal hubiera sido estar divirtiéndonos es más difícil de llevar", indica.

Angélica Rodríguez añade que los estudios psicológicos realizados sobre poblaciones en situación de confinamiento dejan patente que, a posteriori, son comunes los procesos de estrés postraumático, de modo que toda la incertidumbre acumulada revierte en depresión, ansiedad y "flashbacks" o recuerdos de los momentos más críticos del encierro. La psicóloga asturiana refiere que China ya ha recopilado datos y ha constatado síntomas de estrés postraumático entre sus ciudadanos.

En las personas que antes de la cuarentena sufrían alguna patología mental o psicológica es probable un agravamiento. "Ha sucedido una cosa muy curiosa, la gente que presentaba síntomas de depresión o ansiedad cuando empezó todo comenzó a mejorar", apunta, aunque se trataba de una impresión temporal, y ahora en las consultas empieza a percibirse cierto empeoramiento.

La prescripción de la experta para minimizar las consecuencias en la salud psicológica de esta situación es "temporalizar". "Nuestra cabeza tiende a ir al futuro, pero en este contexto hay que enfocarse en qué voy a hacer hoy, día a día, premiarse por cada logro -levantarse a la hora prevista, haber hecho ejercicio...- y compensar el esfuerzo con autocuidado", detalla, y subraya que "no hay que permitirse ningún pensamiento a futuro, porque no lo podemos percibir de manera objetiva".

"Hay gente que nace con una personalidad resiliente, pero todos la podemos construir; el cerebro se puede modelar", explica la psicóloga. El "mindfulness", o ejercicios de atención plena, es muy útil para ello; cuestionar creencias y pensamientos y cultivar nuevos talentos y la creatividad son medicina para la mente, asegura Angélica Rodríguez.

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