Ángeles Buelta abrió ayer su zapatería en el centro de Tineo para atender a los clientes que habían pedido una cita previa. En el mostrador tenía todo preparado para que sus vecinos pudieran coger guantes, mascarilla, bolsas para los pies y gel hidroalcohólico. "Hay seguridad para que los clientes vengan a las tiendas con tranquilidad", subraya. Además, asegura que a pesar de todas las medidas, tras la prueba del zapato también tiene previsto desinfectarlo con higienizante. No obstante, no disimula su incertidumbre. "Las expectativas son muy feas, la gente tiene miedo a salir y aparte no se animarán a comprar si no pueden salir, sobre todo zapatos; lo único que venderemos serán deportivas y zapatillas para estar por casa", lamenta. Precisamente, las citas que tenía concertadas eran para mirar ese tipo de productos. A pocos metros, abría también su puertas la ferretería de Luis García, estaba preparando un encargo que pasarían a recoger. Confesaba que ya tenía ganas de abrir, porque aunque haya poca venta "es mejor que nada". Tiene guantes preparados para sus clientes, aunque señala que en su tienda nunca hubo autoservicio, informa D. Á.
