El comercio de la hostelería de barrio ha sido uno de los más perjudicados por la crisis del coronavirus. Ante las medidas del gobierno muchos han sido los dueños de bares que han decidido colocar una esquela en sus locales.

Se quejan de las medidas de aforo y de las pocas soluciones: ''Esto es un abismo, un suicidio empresarial€ con estas restricciones vamos a durar dos o tres meses y vamos a acabar en el fracaso...'' dice uno de los afectados.

Avalan que el sector de la hostelería es como una cadena, las medidas no afectan solo a sus propios locales sino a sus empleados, distribuidores, repartidores, asesorías y representantes.