Además, Guillén apunta al mismo problema señalado por Campa: "Esta tendencia al teletrabajo puede generar desigualdad en acceso a tecnologías de la información, a la banda ancha...". Y puso un ejemplo clarificador: "En un país como EE UU hay un debate sobre su efecto en las minorías: en el caso de los afroamericanos, solo entre el 5 y el 8% pueden hacer teletrabajo. Hay que vigilar muy de cerca un posible repunte en la desigualdad económica".