La situación sanitaria manda y las celebraciones previstas por el Memorial Permanente del Sida en el Bosque de la Memoria ubicado en el parque de los Pericones, en Gijón, se han visto reducidas a la mínima expresión para cumplir con todas las normas de distanciamiento previstas. No hubo actividades de convivencia ni comida de hermandad: apenas una pequeña ofrenda a la que acudió la alcaldesa, Ana González, y un discurso, con una campaña en redes sociales para ofrecer una flor de forma simbólica a los fallecidos de Sida y sin perder ni un ápice de contundencia. "No se puede bajar la guardia", apostilla Loli Fernández, presidenta del Comité Ciudadano Antisida de Asturias.

En el Principado se siguen diagnosticando entre 50 y 70 casos de personas infectadas con VIH cada año, una cifra que se viene manteniendo y que, tal y como señala Fernández, obedece también en buena parte a que cada vez se hacen más diagnósticos "tal y como debe ser". Porque la presidenta del Comité llama a todo el que tenga una sospecha tras una práctica de riesgo a hacerse un test que es "gratuito, rápido y confidencial". Junto con el uso del preservativo en las relaciones sexuales, el Comité insiste en la importancia de la prevención combinada, la llamada profilaxis preexposición que consiste en que las personas que no tienen el VIH pero que corren riesgo de contraerlo tomen medicamentos contra el virus todos los días para prevenir la infección.

El acto de ayer también sirvió para establecer paralelismos y diferencias con el covid-19, porque "estos días se ha hablado mucho en relación con el VIH y no siempre las cosas quedan claras; ha habido declaraciones poco aceptables", señala Loli Fernández. Así, el Comité quiere dejar claro que "el VIH es transmisible, no contagioso", como sí sucede con el nuevo coronavirus. Y a ello se suma el hecho de que "las personas diagnosticadas y con tratamiento tienen una carga viral en sangre indetectable, lo que hace que tampoco tengan capacidad de transmitirlo", explica. Un recordatorio que no viene mal para "perder el miedo a la convivencia con las personas con VIH", recalca, porque lamentablemente aún existe ese estigma por desconocimiento.