La obra de Teresa Patiño (Oviedo, 1987) se inspira en los bordados decorativos japoneses, en las tradiciones textiles prehispánicas, bebe de la Secesión Vienesa y del formalismo de la Bahaus, y de todas esas fuentes creativas da fe la exposición “Tatá”, que hasta el 31 de enero puede visitarse en “The 451 Shop” (calle Mon, Oviedo), el espacio de arte que regenta la galerista Mónica de Juan.

Patiño es la directora creativa de la firma de alta costura que lleva su nombre. Estudió diseño de moda en el Instituto Marangoni de Londres, luego se instaló en París y se especializó en bordado de alta costura en “L’École Lesage”, propiedad de Chanel. De vuelta a Londres, siguió formándose en bordado artesanal en el Royal School of Nedelwork y trabajó para diferentes marcas.

En 2015 regresó a Oviedo y en 2018 lanzó su propia marca de moda. En “Tatá” libera su creatividad, con bordados que afronta como obras de arte. Recurre a diferentes técnicas, materiales, colores y formas, y tanto a la figuración como la abstracción.

Una de las obras.

Algunos días puede vérsela trabajar en la sala, de cara al ventanal que hace las veces de escaparate, ante el que ha instalado una mesa donde ha instalado sus enseres y donde va dando forma a sus bordados, siguiendo los bocetos que previamente ha dibujado.