En la Plataforma Feminista de Asturias no han sentado nada bien las declaraciones de distintos cargos socialistas, tanto del Gobierno central como del regional, que piden que no se celebren concentraciones ni manifestaciones el próximo 8 de marzo. El presidente del Principado, Adrián Barbón, fue claro: “No estamos para manifestaciones presenciales. La situación sanitaria manda y la responsabilidad nos compromete, pues hay que frenar la pandemia en Asturias. Por eso participemos todos y todas en la movilización virtual, ese día, a través de las redes sociales”.

Se suma así Barbón a la postura de la parte socialista del Gobierno de Pedro Sánchez. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, manifestó este miércoles que “no hay lugar” a las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, en una situación de pandemia y hace un llamamiento a la “responsabilidad”.

Para Eva Irazu, portavoz de la Plataforma Feminista de Asturias, “este es un ataque más al movimiento feminista, sus avances, logros, reivindicaciones y mera existencia”. Irazu insiste en que “este tipo de ataques se producen únicamente contra el movimiento y en momentos clave. Es un modo de intentar desgastar, restar legitimidad a nuestras reivindicaciones y demonizarnos, como viene siendo habitual”.

Las feministas ponen sobre la mesa lo ocurrido en los últimos meses, con la pandemia del coronavirus extendida por todo el país. “Se han producido a lo largo de estos meses acciones en la calle de diferente tipo, tanto organizadas por el movimiento feminista, como por otro tipo de organizaciones, en el ámbito de sus reivindicaciones” explica Irazu, que añade que “desde que esta situación del covid-19 forma parte de nuestras vidas, todas las organizaciones que han convocado eventos de algún tipo han sido exquisitas y extremadamente cuidadosas con las normas de seguridad y prevención que se han estipulado desde las administraciones públicas. Se han cumplido a rajatabla y listo. No ha supuesto una negación del derecho a organizarse, sino una limitación entendible”.

La postura que invita a las mujeres a no salir a la calle a reivindicar sus derechos supone para Irazu “poner a las mujeres como malas y causantes de todos los males”, algo que “es lo de siempre, un cuento que viene ya de antiguo”. “Si no nos quedamos quietas y calladas, somos malas, brujas, irresponsables... Es la misma estrategia de siempre. Por eso las feministas nos reivindicamos brujas. Porque no nos amedrentamos y nos sentimos orgullosas de que nos tilden de malas. Porque nos apropiamos del insulto y para nosotras significa mujeres con criterio y poder propio”.

Las feministas asturianas aún no han decidido qué harán el próximo 8 de marzo. El colectivo 8M, en el que está integrada la plataforma feminista de Asturias, tiene previsto celebrar hoy mismo una reunión para fijar un criterio de actuación.

Por el momento en la Delegación del Gobierno en Asturias no se ha registrado ninguna solicitud de concentración ni manifestación para ese día. En teoría el plazo para tramitar la petición concluye 10 días antes del acto a celebrar, pero en la propia Delegación reconocen que esos plazos no se suelen cumplir y que lo habitual es que el permiso se pida con un par de días de antelación.

Fuentes de la Delegación del Gobierno explicaron que en caso de recibir la solicitud de algún colectivo feminista se tramitará exactamente igual que con los otros sectores que lo han pedido durante la pandemia. “Se comunica a la Consejería de Salud y a la Policía Local, que es quien dice cuántas personas pueden estar en determinado espacio”. Eso sí, “recomendamos que sean concentraciones y no manifestaciones”.