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“Taburete”, con calma en Gijón

La banda aprovecha el teatro de la Laboral para poner en escena un concierto más tranquilo, sin olvidar los temas que le dieron la fama

Guillermo Bárcenas, de “Taburete”, ayer, en su concierto en la Laboral de Gijón. | Ángel González

Puntuales y ante un teatro de la Laboral con el máximo de su aforo permitido, el grupo “Taburete” dejó ayer buen sabor de boca en Gijón, en el que fue su primer concierto en la ciudad tomando como sede un teatro y no un festival. Salvo por algunos problemas de sonido al inicio de la cita, sobre todo en el micrófono de Guillermo “Willy” Bárcenas, el concierto se saldó como ya había adelantado la banda: con una combinación en justa armonía de canciones del último disco, “La broma infinita”, y los ya temas clásicos que dieron fama a la formación.

Bárcenas no tuvo ni que abrir la boca para recibir ya los primeros aplausos y los “viva España”, un cántico ya habitual que se corea en la mayoría de los conciertos del grupo. Bárcenas, en respuesta, saludó así a Gijón: “Buenas noches, puxa Asturias y viva España”.

El primer tema de la cita, “El último de las Dunas” –tema del recién publicado álbum–, ya terminó con las primeras ovaciones pese a esos fallos de sonido que se solventaron a los pocos minutos. Después, el repertorio fue colando letras que “Taburete” ya sabe que su público suele cantar de memoria, como “Belerofón” y “México DF”.

El ecuador del concierto puso un freno premeditado. Bárcenas y Antón Carreño ya habían adelantado que parte de su actuación, aprovechando el formato teatral, iba a ser más tranquilo. En Gijón se tradujo en un pase, en acústico, de temas como “Walter Palmeras” y “Mariposas”.

Este descanso sonoro permitió a los asistentes coger aire y fuerzas para el último tercio de la cita, que fue ganando en intensidad y que dejó para los “bises” las dos letras más conocidas del grupo: “Sirenas” y “Amos del piano bar”.

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