“Ven aquí, tontita, léeme tu último poema”. Así es como a la poeta Carmen Yáñez le gusta imaginarse en los últimos meses al que durante años fue su compañero, Luis Sepúlveda, el aclamado autor fallecido por covid-19 el 16 de abril de 2020 tras ser el primer contagio confirmado en Asturias. La escritora participó, junto al también reputado Raúl Zurita, en la jornada de arranque del festival “Poex” de Gijón, unas jornadas de poesía que se alargarán hasta el próximo día 2 de mayo tomando como sedes el Antiguo Instituto, la antigua Escuela de Comercio y el Museo Nicanor Piñole. En sus lecturas, los dos autores ahondaron en la represión de la dictadura de Pinochet en su Chile natal, temática recurrente en buena parte de sus versos, pero también dejaron paso al amor. Yáñez, recitando su forma de recordar a Sepúlveda. Zurita, recordando que merece la pena “deshacerse en pedazos por un minuto de felicidad”.

La jornada se había configurado como una lectura dual y turnada, en la que cada uno de los autores –Yáñez desde el propio Antiguo Instituto y Zurita por videoconferencia desde su casa de Chile– leerían dos o tres poemas por cada intervención. Pero no fue posible. Zurita tenía demasiadas ganas de escuchar a su compañera y rechazó su turno hasta en dos ocasiones con la promesa de leer su intervención de seguido hacia el final del acto. La chilena siempre aclara que su carácter tímido le hace expresarse mejor por escrito, y prueba de ello fue el recitado de su poema “Prodigio”, dedicado a Marcia Scantlebury, su compañera de celda cuando el régimen de Pinochet la recluyó en Villa Grimaldi, uno de los mayores centros de detención durante la dictadura militar. A cada poema, un emocionado Zurita aplaudía con la cara muy pegada a la cámara del ordenador. Cuando le tocó su turno, el poeta trató de adaptarse a los problemas técnicos de sonido hablando más despacio, aunque llegó incluso a gritar, de pura concentración, algunos versos. Los dos autores son fieles lectores del otro por lo similar de sus experiencias. Ella se exilió huyendo de la dictadura y buena parte de su poética reflexiona sobre la orfandad heredada de aquel viaje obligado. Zurita se quedó y en sus poemas recuerda la furia y la pobreza. Los dos recitaron ayer poemas sobre el hambre y sobre el miedo.

La jornada contó con la presencia de Ana González, alcaldesa de Gijón, que aplaudió que el festival sea un ejemplo de cómo la ciudad puede “retomar poco a poco la presencialidad”. Su aforo reducido, además, se complementa con la retransmisión de todos los recitales a través del perfil de Youtube de la Red de Bibliotecas de la ciudad. También intervino como presentador y moderador Jaime Priede, organizador del festival. Hoy, las invitadas son Natalia Menéndez (autora de “Calibán”) e Inés Marful, (autora de “También la noche”), a las 19.30 horas, y Berta García Faet, a las 20.30.