“En 2022 habrá un nuevo y mejor Museo”. Así presentó esta mañana el director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, el depósito por tiempo indefinido de 34 obras de la colección del noveno conde de Villagonzalo, Juan Andrés Maldonado Chavarri, y de su viuda, María Luisa Corrado González. Se trata de obras de tal calidad que la mayor parte se incorporará antes de que acabe el año a la exposición permanente del Museo, lo que obligará a reorganizar sus salas. El depósito del conde de Villagonzalo, sumado a la donación Arango, supone “un salto cualitativo exponencial” para el Museo de Bellas Artes, que según su director, “no tiene competencia en arte asturiano y está muy bien dotado en arte español”, pero hasta ahora flaqueaba en la presencia de artistas internacionales. Antes, el 24 de junio, se inaugurará una exposición con una selección de 23 cuadros, titulada “Gusto y tradición”. 

Entre todas las obras que se incorporarán a las salas del Museo, todas “de altísimo nivel”, destaca “uno de los mejores dibujos de Goya”, realizado por el artista en su última época, en Burdeos, hacia 1825. Representa a una maja, junto una siniestra Celestina. La pista de esa obra magistral se perdió durante años, hasta principios del siglo XX, cuando fue recuperada y se integró en la colección del Condado de Villagonzalo. Su historia es la de “uno de los más bellos reencuentros de la historia del arte de los últimos tiempos”, declaró el director del Museo. 

La obra fue la única que se exhibió ayer y podrá contemplarse dentro de unas semanas en la pinacoteca regional. Su hallazgo constituyó en su día un feliz acontecimiento, como lo fue también el ofrecimiento que María Luisa Corrada hizo en septiembre de 2020 al Museo de Bellas Artes de Asturias. A través de una llamada telefónica comunicó su intención de depositar algunos de sus cuadros en el Museo “para que pudieran ser vistos y admirados por todos los asturianos”. En ese momento los responsables de la institución no podían hacerse idea de la excepcional colección que guardaba en su domicilio de Oviedo, en el ático de la calle Uría.

Entre las obras en depósito las hay de autores inéditos en el Museo, como Massimo Satanzione, Peter Snayers, Pierre Mignard, Angelo Maria Crivelli, Giovanni Battista Pittoni, Johan Georg Platzer, Louis Michel van Loo, Jacques-Philippe Caresme, Giovanni Battista Lampi, Ernest Hébert. También destacados trabajos de artistas que ya están representados en la pinacoteca, como Mariano Salvador Maella, Vicente López, Ramón Bayeu, Federico de Madrazo y Carlos de Haes. 

De las 34 obras depositadas, 23 podrán contemplarse desde el 24 de junio hasta el 26 de septiembre en una exposición que servirá de presentación. A la inauguración está previsto que asista María Luisa Corrada, que ayer envió un comunicado desde Madrid, donde tiene fijada su residencia desde hace muchos años. “Como asturiana que soy, de Santoveña, Amieva, supone para mí una enorme satisfacción que estos cuadros, que muy pocas veces antes fueron expuestos en público, puedan ser contemplados desde ahora en este fantástico marco que es el Museo de Bellas Artes de Asturias, al que profeso un gran cariño”, quiso hacer constar. 

El depósito, explicó, es un homenaje a la memoria de su marido, Juan Andrés Maldonado Chávarri, “quien dedicó un gran esfuerzo a la custodia y conservación del patrimonio artístico familiar”. Las obras depositadas en el Museo son, según la condesa, “una pequeña parte de la colección” que los antepasados de su marido reunieron desde finales del XIX hasta principios del XX y que abarca los siglos XV a XIX. En los cien años de historia de la colección, añadió, “han ocurrido importantes acontecimientos históricos que no hicieron fácil la tarea de procurar la salvaguarda de esta colección”.

Entre tantas obras excepcionales destaca el Goya, que por si solo justificaría la alegría y el ambiente de celebración con la que el depósito de la familia Villagonzalo ha sido recibido en el Bellas Artes. “No todos los días entra un Goya en el Museo”, manifestó Palacio. Cuando apareció, a principios del XIX, se dudaba de su autoría, comentó Palacio. Finalmente fue confirmada y el dibujo fue catalogado como uno de los mejores del artista maño, “complejo y sofisticado, tan bueno que podría decirse pintura a la grisalla”. “En el Museo teníamos el Goya grabado, el Goya pintado y nos faltaba el Goya dibujado”, comentó su director. Esa no es la única laguna que viene a cubrir el depósito de los Villagonzalo. “Es una de las grandes noticias de los últimos años en cuanto a la llegada de obras de arte al Museo, sobre todo en lo que respecta a los siglos XVI a XIX”, indicó Palacio, y especialmente en los que se refiere a artistas internacionales. “El 75 por ciento de los artistas del depósito son europeos”, subrayó.

El depósito de los Villagonzalo empezó a gestarse el pasado otoño, desde entonces la condesa viuda ha visitado varias veces Oviedo y el Bellas Artes. Las obras que ha confiado al Museo son “una radiografía perfecta de las inquietudes como coleccionistas de la familia”, según Alfonso Palacio, y están en “perfecto estado de conservación”. Pocas han necesitado alguna pequeña leve restauración, como el “Retrato de la Condesa Sophie de Witt”, de Giovanni Battista Lampi.  

Al Museo llega, con este depósito, un dibujo extraordinario de Madrazo y uno de sus mejores autorretratos, que la familia mostraba en una estancia junto al célebre autorretrato de Goya, también de su propiedad y ahora depositado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

A la presentación del depósito de la colección de Villagonzalo asistió la consejera de Cultura, Berta Piñán, que lo comparó con la donación de Plácido Arango y destacó la importancia que las donaciones, legados y depósitos privados para el Bellas Artes. 

El concejal de Cultura de Oviedo, José Luis Costillas, destacó la significación de este depósito para el Bellas Artes y para la Manzana de los Museos de la capital asturiana.

A propósito de la exposición "Gusto y tradición", el Museo de Bellas Artes tiene previsto editar un folleto de mano y un catálogo, en el que cada una de las piezas será comentada por especialistas de la talla de Leticia Ruiz, Gabino Busto, Rafael Japón, Javier Jordán, Gloria Martínez, José Manuel de la Mano, Manuela Mena, José Luis Díez y Javier Barón.