La artista granadina María Acuyo inauguró ayer en Gijón, en la sala Espacio Líquido, su muestra pictórica “El refugio del asombro”, que consta de una serie de obras de gran potencia cromática, en las que la autora ha generado composiciones orgánicas entre óvalos, veladuras y masas. “Me interesa tratar la pintura como una proyección de algo más primigenio, desvelándose lo orgánico como antesala para comprender lo esencial, lo oculto”, cuenta Acuyo, que añade cuál era su intención con este trabajo: “Quería otorgar a la materia un estado más reflexivo, buscando y utilizando sus propias leyes físicas de una manera intuitiva, aprendiendo el sentido interno de la forma y de sus propiedades como reflejo de ese orden global que definen muchos de los procesos que nos rodean”. María Acuyo, que reconoce que ha tenido una marcada influencia de la microbiología y de las estructuras anatómicas de los seres vivos, por su formación científica, detalla que en “El refugio del asombro” su intención es “desarrollar un proceso gráfico y pictórico con el que construir una realidad ficticia que cubra las formas con sutiles velos narrativos”.

La obra de la artista granadina la podrá visitar el público en Gijón en Espacio Líquido hasta el 17 de junio, de martes a sábado, de 12.00 a 14.00 y 18.00 a 21.00 horas.