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Corinna Niemeyer recrea con la OSPA la sonoridad del primer Romanticismo

La directora alemana dirige hoy a la orquesta asturiana en Gijón y mañana en Oviedo

Corinna Niemeyer.

La directora alemana Corinna Niemeyer debuta esta semana al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), junto a la violinista japonesa Sayaka Shoji, que actuará de solista esta semana en el programa Primavera V que se celebrará hoy jueves en el Teatro Jovellanos de Gijón (19:30 horas) y cuenta con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA y el concierto del viernes en el Auditorio de Oviedo (19 horas).

Niemeyer ha sido recientemente nombrada directora de la Orquesta de Cámara de Luxemburgo y es la primera vez que actúa en España, exceptuando un programa en el que colaboró hace años con la Orquesta Sinfónica de Gran Canaria. Como directora tiene claro que uno de sus objetivos es el de llevar al público de las salas de concierto obras novedosas que, por numerosas circunstancias, han quedado en el olvido, pero cuya calidad sí las respalda. “Por eso estoy muy contenta de que la OSPA haya aceptado mi propuesta para interpretar la Sinfonía nº 1 de Louise Farrenc”, asegura, y explica que esta compositora francesa ha estado en el centro de sus investigaciones.

Justicia

“El problema no es que no se la conozca en España, es que en Francia tampoco se le ha hecho justicia, y todo a pesar de que cuando se estrenó esta primera sinfonía el propio Schumann escribió una reseña muy buena sobre ella en una de las revistas de música más importantes del momento en toda Europa”, explica. “Schumann la conocía, eran contemporáneos y tenía muy buena impresión de ella”. Esta sinfonía cierra el programa de esta semana de la OSPA, en el que también se incluye el Concierto para violín en re menor del propio Schumann que interpretará Shoji. Una obra interpretada por el violinista alemán Joseph Joachim para el que Farrenc también escribió algunas piezas de música de cámara.

“La música de Farrenc”, prosigue Corinna Niemeyer, “es un compendio de las sonoridades de Beethoven, Schumann y Mendelssohn, pero hay que añadir que tiene un tratamiento del viento madera que tiene un gusto muy francés, en el que cada instrumento tiene su papel protagonista, nadie se queda atrás siendo un mero acompañamiento”.

Esta primera sinfonía de Farrenc se estrenó en Bruselas en el siglo XIX, “y después de ella aún escribió y estrenó otras dos más, prueba de que era una mujer influyente que estaba respaldada en los circuitos internacionales, porque de otra forma no había sido posible para ella”. Niemeyer, que ha trabajado sobre esta autora tiene muy claro que su olvido “comenzó en el siglo XX, cuando su música no se editó, entre otros motivos por ser una mujer compositora, pero hoy en día tenemos el deber de juzgar la calidad de su obra y mostrársela al público”, concluye.

Transparencia

Tanto Schumann como Farrenc “nos sitúan a comienzos del periodo romántico, por lo que el trabajo que he realizado junto a la OSPA es el de recrear esa sonoridad”, explica esta directora alemana. Para ello han eliminado el vibrato en la cuerda y “aligerado todo el conjunto de la orquesta, con la intención de que suene más transparente, y que cada instrumento que suene pueda ser identificado por el público”. Es un modo de revisitar las composiciones de la primera mitad del siglo XIX que “cada vez parece obtener más respaldo, y que aporta veracidad histórica”.

Oriente y Occidente

En los dos próximos meses, Niemeyer actuará con la Bridges Kammerorchestra en un proyecto que propone aunar sobre el mismo escenario instrumentos de oriente y occidente. “Es conocido que fueron varios músicos los que escribieron mirando a Oriente, Mozart y Beethoven y sus marchas turcas son buenos ejemplos, y en torno a eso gira el proyecto, en traer algunos instrumentos no occidentales a la sala de conciertos y hackear el canon”.

Junto a la Joven Orquesta Europea “Hector Berlioz”, el próximo mes de julio interpretarán “Les Troyens à Carthage”. “Es una obra compleja en la que estamos decididos a introducir instrumentos originales y también la sonoridad más ligera que trabajamos junto a la OSPA”, concluye esta directora alemana.

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