La Academia de Televisión y de las Ciencias y las Artes del Audiovisual ha otorgado el premio “Jesús Hermida a la Trayectoria”, el máximo galardón de la institución, al periodista asturiano José Luis Balbín en reconocimiento a su carrera ligada al medio televisivo. La Academia ha considerado que el creador, director y presentador del mítico programa “La Clave” ha sido un pionero a la hora de abordar los debates y tertulias televisivas y que su programa constituyó “un foro imprescindible para el diálogo democrático con un formato muy didáctico e innovador”.

Durante la transición española, los debates de “La Clave”, según argumenta la Academia, contribuyeron al proceso de cambio político tras una dictadura de casi 40 años. Y eso pesó para que fuera elegido uno de los diez mejores programas de la historia por los miembros de la Academia.

Balbín (Pravia, 19 de agosto de 1940), popularmente conocido por ser el moderador y creador de ese programa de 1976 a1985 en TVE, ha sido director de los servicios informativos del ente público entre 1982 y 1983. Tras unos años de actividad profesional en Antena 3 Radio, regresó a televisión con el programa de debate, pero en esta ocasión en Antena 3 TV hasta 1993. Ya en 1998 volvió a TVE con “Las claves” en el que entrevistaba a personajes españoles y extranjeros, y en 2000 fundó el semanario de información general “La Clave”. En 2015 fue galardonado con el premio “Nacional de Televisión”.

Su gran amigo, también asturiano y también periodista histórico, Diego Carcedo, pudo hablar ayer con Balbín y con su esposa, Julia Mesoneros, compañera de profesión. Hace años, el periodista praviano sufrió un percance de salud que mermó su presencia pública, y más con la amenaza del covid-19 que obliga a mantener alejado cualquier riesgo. Carcedo contó a LA NUEVA ESPAÑA que Balbín “está muy mejorado, mantuve una breve conversación con él y si todo va bien pasarán unas semanas en Cudillero. Tiene buen humor, buen ánimo, y, como siempre, está muy afable y cordial. Y muy satisfecho por el premio de sus compañeros”. Es un galardón “muy merecido por su trayectoria y por la memoria que deja, todo el mundo lo recuerda aunque lleva mucho sin salir en pantalla. Balbín encontró la clave para hacer bien su programa en un tiempo nuevo, veníamos de la dictadura, no estábamos acostumbrados a ver debatir en público, y gracias a él se vio debatiendo a personajes que no eran ogros”.