El pasado día 2 de septiembre, cuando nos comunicaron que nos habían concedido el premio al “Pueblo ejemplar de Asturias”, una gran emoción nos invadió a los vecinos y vecinas de Santa María del Puerto. Todos recordamos a los seres queridos que ya no están, hombres y mujeres, aquellos vaqueiros de alzada que con su lucha, trabajo y esfuerzo en comunidad contribuyeron a crear y mantener este entorno natural del que hoy nos sentimos muy orgullosos. Sirva este reconocimiento como un homenaje a ellos y a una de sus actividades, la trashumancia, con un gran valor patrimonial, tanto cultural como natural.

Santa María del Puerto tiene pasado, pero también tiene presente, con sus jóvenes ganaderos y ganaderas que siguen conservando una tradición que, si ya de por sí es dura, aquí, a 1.500 metros de altitud, lo es mucho más. Nuestros padres han sabido adaptar su modo de vida a los avances del siglo XXI, colaborando con aquellos que tienen raíces en nuestro pueblo para hacer entre todos que hoy sea un ejemplo, una pequeña muestra de la forma de vida en la alta montaña asturiana.

Desirée Fernández, leyendo su discurso al lado del Alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández. Irma Collín

Y sin duda, Santa María del Puerto tendrá futuro con los niños y niñas a los que como yo se nos inculca el respeto y el cariño por esta tierra que es única, además del orgullo por el medio de vida que nuestras padres decidieron seguir. Hoy es un día muy especial para este pueblo y que quedará en nuestro recuerdo para siempre pero dentro de nuestra alegría no queremos olvidarnos de las personas que tanto sufrieron en la reciente pandemia ni de los habitantes de La Palma que atraviesan momentos difíciles. Es para mí un honor agradecer en nombre de mis vecinos y vecinas a Sus Majestades, Princesa e Infanta por su asistencia, al Presidente de la Fundación Princesa de Asturias y al Jurado, por concedernos este galardón, al Alcalde de Somiedo por su colaboración y a las autoridades y a todos los aquí presentes por acompañarnos en este día.

Espero que hoy, desde estas cumbres, todos hayan podido casi tocar el cielo.