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Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX)

La ficción histórica de Dan Mirvish reaviva en Gijón el “caso Watergate”

“Grabé la película en pandemia, pero no me frenó, trabajamos por Zoom”, dice el cineasta, que concurre en el FICX con “18 ½”

Dan Mirvish, ayer, en la Escuela de Comercio de Gijón, posando con el icónico dardo del FICX como si fuese una vacuna. | Ángel González

Dicharachero, haciendo bromas sobre el mal tiempo y con una mascarilla ilustrada con el cartel de su nueva película, un alegre Dan Mirvish desgranó ayer en el marco del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) los entresijos de su última película, “18 ½”, que concurre en la sección oficial Albar. Su filme, explicó, podría catalogarse como “una ficción histórica” que se enmarca en el debatido “caso Watergate”, que acabó con la dimisión del presidente estadounidense Richard Nixon. Rodada en plena pandemia con un parón de seis meses por el confinamiento, a juicio del cineasta el subfondo de crítica política del filme le aporta una cierta “atemporalidad” que permite hacer varias lecturas: “Cuando se estrenó, todos insistían en que se veía claramente una crítica a Trump, pero el otro día en São Paulo todos pensaban que estaba hablando de Bolsonaro”.

Fue para Mirvish “un reto divertido” jugar con esta idea de ficción histórica. Entendía que tenía dos formas de hacerlo: “Podría apostar por el estilo de Tarantino, donde la historia real cambia al final de la película, o mantenerme fiel a la realidad, que es lo que yo quería, aunque para ello haya usado a personajes ficticios”. Así, en “18 ½” se cuenta la historia de Connie, una taquígrafa de la Casa Blanca que consigue en 1974 la debatida cinta perdida del “Watergate”, aquellos 18 minutos y medio de las reuniones de Nixon en el Despacho Oval de los que jamás se supo nada. Esta cinta perdida es la parte real, pero los personajes que interactúan con ella en la película son ficcionados. “Esto quiere decir que toda la historia de la película es especulativa, pero tampoco completamente inventada. Está basada en investigaciones, testimonios y archivos históricos reales”, concretó el cineasta, que considera que su propuesta argumental viene a ser uno de los “Macguffin” de Hitchcock, pero al revés. “Él llamaba así a los conflictos que interesan a los personajes y mueven la trama pese a que no parecen importantes. Aquí es al revés”, recordó. Así, en “18 ½” la cinta perdida parece que acaba por interesarle más a los espectadores que a los personajes.

En este juego entre lo real, lo ficticio y lo que queda entre medias, Mirvish ha incluido varios guiños para los amantes de la historia estadounidense. Por ejemplo, las confabulaciones del grupo de hippies que aparecen en la película, que hablan de que la multinacional ITT había adquirido la conocida marca de pan de molde Wonder Bread y que había sobornado o tenido algún tipo de negociación con el expresidente: “Es verdad, pero en aquel momento simplemente no se sabía”.

El filme se empezó a rodar en marzo de 2020, “una fecha fantástica”, según ironizó el director, y tuvo que pararse durante seis meses por la crisis del covid, aunque Mirvish hace una lectura en positivo: “En ese intervalo pudimos grabar las escuchas, muchas por Zoom, que me salió más barato, y también prestar más atención a la música. No nos frenó”.

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