La Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo abrió ayer oficialmente el proceso de selección del nuevo director titular de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA). El proceso se decidirá en concurrencia competitiva y el elegido firmará un contrato de alta dirección por un período inicial de tres años, prorrogables de mutuo acuerdo, y con uno que se pactará entre la consejería y el director “según la valía del candidato”, pero partiendo de un sueldo base de 50.000 euros brutos, “correspondiente a un mínimo de seis semanas presenciales”.
El inicio del proceso de selección del nuevo director de la orquesta llega dos años y medio después de que Rossen Milanov abandonase el cargo. En un primer momento, la OSPA había iniciado un proceso de selección por invitación, llamando a diferentes directores para que ejerciesen de invitados en el programa de abono de la orquesta, y entre los cuales saldría el nuevo titular, que habría de ser elegido por una comisión de expertos. Era un proceso análogo al que se había seguido para elegir a Milanov en el año 2012.
El cambio del modelo de selección desde ese concurso cerrado a uno abierto en régimen de concurrencia competitiva se debe, según explicó ayer a este periódico el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León Gasalla, a las dudas legales que planteaba ese procedimiento. Según explicó el director general, fue en pleno desarrollo del procedimiento para la elección del nuevo director-gerente de Laboral Centro de Arte cuando en Cultura concluyeron que la elección del director musical de la OSPA debía seguir un procedimiento similar para cumplir los parámetros que marca Función Pública. De hecho, León Gasalla señaló que ambos procesos se diseñaron prácticamente en paralelo, aunque en el caso de la OSPA se incluyeron diferentes peticiones realizadas por los miembros del Consejo Rector de la orquesta.
La selección, en tres fases
Las bases fueron publicadas ayer en el Bopa. Exigen a los candidatos un “conocimiento básico, al menos, del español” y plantean un proceso de selección en tres fases. En la primera se realizará una valoración de los méritos y el currículum de los candidatos, incluyendo también todos los compromisos que tenga firmados para este año. Superarán esta fase los candidatos que obtengan un mínimo de 30 puntos de los 40 máximos que se otorgan.
La segunda fase exige la presentación de un “proyecto con las líneas maestras de la Dirección Titular de la Orquesta”. Solo superarán esta fase los candidatos que alcancen una puntuación mínima de 25 puntos, sobre un máximo de 30. Completadas estas dos fases, los tres candidatos que obtengan mayor puntuación en la suma de ambas pasarán a la prueba final, una entrevista en la que tendrán que presentar su proyecto y someterse a una prueba en la que la comisión “podrá valorar la adecuación, los conocimientos, experiencia y demás requisitos exigidos, así como las habilidades y capacidades comunicativas y de liderazgo”. La comisión que elegirá al nuevo director estará compuesta por Berta Piñán, Consejera de Cultura y presidenta del Consejo Rector de la OSPA; Ana Mateo, gerente de la orquesta; el crítico Ramón Avello; la musicóloga María Sanhuesa y dos músicos de la orquesta: Juan Ferriol Cardó, oboe solista, y Steven Wright, viola tutti.
Aunque el Principado había anunciado días atrás que el procedimiento se iba a anunciar con celeridad, la publicación de las bases pilló por sorpresa tanto a los músicos de la orquesta como a muchos miembros del Consejo Rector, entre los que cundió el malestar por no haber podido consultar la redacción final antes de que se hiciera pública. Algunos miembros incluso recordaban que, en el punto 4 de los estatutos de la orquesta, se incluyen dentro de las funciones del Consejo “conocer y aprobar” los planes de actuación de la OSPA así como los relacionados con la plantilla de la orquesta.
