La presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la asturiana Rosa Menéndez, presidió ayer, reconociendo el esfuerzo que le suponía no dejarse llevar por la emoción, el acto de celebración del 75.º aniversario del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), en Oviedo. Cuarenta años de su vida profesional han transcurrido en este centro de investigación, en él realizó su tesis, encontró a sus maestros y a compañeras que, como ella, “fueron pioneras en el mundo del carbón y la minería, que era muy masculino”. Dejando de lado sentimientos y recuerdos y ciñéndose a su papel institucional, Rosa Menéndez se refirió al Incar como a “un centro profundamente imbricado en el tejido industrial y productivo de Asturias, que ha estado siempre a la vanguardia, con vitalidad y liderazgo”. “El Incar es joven: tiene edad, pero también tiene vitalidad”, concluyó.
En el futuro del instituto y de la región se centró el discurso del consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado, Borja Sánchez, que se refirió a Asturias y al Incar como “punta de lanza de la descarbonización y la transición energética”. “Oviedo, y por tanto Asturias, tiene la oportunidad de generar un nuevo ecosistema, que sea referencia nacional e internacional en los próximos años”, sentenció. En ese “ecosistema” productivo el Consejero incluyó el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el Vivarium de Ciencias de la Salud y la FINBA (Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias), junto al futuro Instituto de Productos Lácteos (IPLA). “El futuro está ya en el presente”, dijo, y expresó su deseo de que el Incar sea “un motor para una Asturias que visualizamos más verde, más tecnológica y más inclusiva”.
El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, invitó a todos los gestores que han colaborado en el mantenimiento del Incar a “sentirse orgullosos de lo hecho y lo que queda por hacer”. Dentro de ese “ecosistema científico” regional, dijo, el Incar y la Universidad asturiana siempre han estado “ligados” y han mantenido “una relación muy estrecha”. “Compartimos el empeño en conducir Asturias hacia el futuro”, afirmó.
Fernando Rubiera, el director del Incar, dio cuenta de la actividad y los proyectos en los que están involucrados –actualmente, nueve proyectos del plan nacional en marcha y otros cinco europeos–. “Nunca nos hemos circunscrito a nivel regional, el Incar ha dado apoyo a las empresas nacionales”, informó, y añadió que, además, “participa en convocatorias europeas y tiene contratos internacionales”. Rubiera comparó el vínculo entre el Incar y la ciudad de Oviedo con “un matrimonio muy bien avenido, una simbiosis que pronto se va a ver reforzada con la presencia en el llamado campus del CSIC en Oviedo de otros institutos”. Su alcalde, Alfredo Canteli, apeló al “esfuerzo inversor” que requiere el futuro de su municipio y de Asturias y ofreció la colaboración de su Ayuntamiento. “Aquí estaremos para lo que nos necesitéis”, prometió, pero admitiendo sus limitaciones: “No puedo hacerlo solo”. “Todos debemos hacer ese esfuerzo inversor por Asturias”, urgió.
La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, reconoció, durante su intervención, que “nadie tiene tanto poder para avanzar como la investigación” y se refirió al Incar, que es el decano de los centros dependientes del CSIC, como a “uno de los templos de la investigación en España”.
La delegada del CSIC en Asturias, María Fernández; el director general de Industria, Juan Carlos Aguilera, y la directora general de Energía, Belarmina Díaz, también asistieron al acto, que tras las intervenciones institucionales continuó con la proyección de un vídeo dedicado al Incar, la música de la Banda de Gaitas “Ciudad de Oviedo”, el descubrimiento de una placa conmemorativa y la inauguración de una exposición sobre la investigación en Asturias.
