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Una película sobre los maquis, galardonada en el Festival de Cine de Nueva York

“A mano armada”, de Omar Tuero, culmina el trabajo con testimonios sobre los combatientes republicanos iniciado hace casi dos décadas

Omar Tuero, con dos de los actores del largometraje. | Covenant Audiovisuales

El largometraje documental “A mano armada”, rodado en Asturias y centrado en la historia de los últimos maquis que resistieron en los montes de la región en los años 40 del siglo pasado, ha tardado casi dos décadas en materializarse con formato de película, pero no puede ir por mejor senda.

El que empezó siendo un proyecto urgente de registro oral de testimonios directos antes de que ya no hubiera tiempo para hacerlo, ha acabado siendo un trabajo de 106 minutos, dirigido por Omar Tuero, que combina esos testimonios que no había que perder con escenas dramatizadas. Y hace solo unas semanas, “A mano armada. Historia y testimonio de la guerrilla antifascista asturiana” era galardonado con el premio del International Filmmaker’s Festival of Nueva York, en su 11.ª edición. Era el primer festival al que se presentaba y su productora, Covenant Audiovisuales –que hizo el trabajo por encargo de los memorialistas de Famyr (Federación Asturiana Memoria y República)– ya ha inscrito el largometraje en otra treintena de festivales para este año. Incluido en el Ficx de Gijón, que para algo la película cuenta con el apoyo del Ayuntamiento.

La obra “rinde homenaje a la heroica labor de aquellos luchadores antifascistas, combatientes republicanos que se encontraban aislados en la sierra, que continuaron la lucha contra la dictadura de Franco en defensa de la legalidad republicana. Personas que en muchos casos son considerados héroes condecorados en Europa occidental pero, curiosamente, en su país de origen siguen siendo considerados delincuentes comunes”, explica Omar Tuero.

Cartel de la película.

“A mano armada”, aún no ha sido estrenada en España, pero sus promotores lo están deseando. Así se resarcirán de tanto tiempo de espera para darle una forma óptima a un proyecto tan deseado.

“Hacía mucho tiempo que la gente de Famyr quería documentar las historias de algunos maquis de los que aún había testimonios directos. Las grabaciones las empezó, con mucha voluntad, Alberto Vázquez, que hace casi dos décadas realizó una labor esencial al documentar esos testimonios para Famyr antes de que sus protagonistas fallecieran, pero no fue hasta hace unos siete años cuando desde la Federación contactan conmigo y con nuestra productora, Covenant, para desarrollar un plan que permitiera dar más uso a ese archivo de testimonios”, cuenta el director. Un buen guion de Ramón García Piñeiro y mucho material para reutilizar –unas 16 horas de grabación– dio para una miniserie sobre el tema, de seis capítulos, que se ofrecerá a las televisiones. Y con una selección mayor y una enorme labor de postproducción se llegó al largometraje documental que ha empezado a cosechar aplausos.

“Cuando nos dijeron que estábamos seleccionados en Nueva York ya fue una gran alegría, así que cuando nos llamaron para decir que habíamos ganado un premio yo no daba crédito”, cuenta Omar Tuero Uncal, con una amplia experiencia en la producción de trabajos audiovisuales especializados en memoria histórica y documentalismo.

El trabajo cuenta incluso con la aportación de Gerardo Iglesias, exlíder del PCE. “Las grabaciones de Gerardo Iglesias son relevantes porque, por una parte, es una figura con un pasado relevante en la política nacional que hizo lo que pudo para conservar y honrar la memoria de estos guerrilleros. Y, además, es un verdadero experto en el tema que dispone de mucho material gráfico y documental de interés. El suyo fue un material un tanto inesperado, con el que no se contaba inicialmente”, añade Tuero.

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