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Un juez de Orense autoriza el cambio de sexo en el registro a un niño de 8 años: "Me siento chico desde siempre"

El magistrado tuvo en cuenta el “alto grado de madurez” del menor | “Esta decisión ayudará a un montón de personas a hacer lo mismo”, celebra la madre del pequeño

María José abraza a su hijo A., envueltos ambos en la bandera trans. | BRAIS LORENZO

A., orensano de 8 años, siempre se sintió un niño, siempre fue un niño, pero en la partida de nacimiento aún figuraba como “mujer”. Un juez de Orense ha concedido el cambio registral de sexo solicitado por sus padres. Darío-Carpio Estévez Pérez, el magistrado encargado del Registro Civil de Orense, tuvo en cuenta el “alto grado de madurez” del niño, una “notoria y manifiesta estabilidad emocional y sensitiva”, así como una “situación estable de transexualidad”. Con este contexto personal, familiar y social, “la minoría de edad no puede ser motivo para despojarlo de los derechos que le asisten”, subraya el juez.

El caso se dio a conocer ayer, el mismo día en que la ley trans llegó al Consejo de Ministros, en la víspera de la celebración del Orgullo LGTBI+. La norma en trámite contempla, de partida, la posibilidad de modificar el sexo en el registro sin un dictamen médico o psicológico a partir de los 12 años, con determinadas condiciones, y desde los 16 de una manera autónoma. “En mí se produjo una sensación agridulce al conocer la resolución”, introduce la madre del niño, María José Rodríguez. Y se explica: “Para mí A. siempre fue un niño, así que no tengo la necesidad de que un juez lo diga, pero para vivir en sociedad sí es necesario”.

Rodríguez defiende que reconocer la identidad de su pequeño “es un derecho fundamental y el juez lo argumenta a la perfección”. “Es como si los avances sociales fueran por delante de las leyes y la política”, señala. Para esta madre, la ley trans se queda “corta” y va “por detrás” de los cambios sociales en marcha. “No es solo que no recoja a los niños, sino tampoco a las personas migrantes o no binarias, que sí estaban contempladas en la primera ley. Esta va a tener un montón de parches a base de enmiendas, cuando podían haber hecho las cosas bien desde el principio”, opina.

María Rodríguez vuelve a hablar de su hijo: “Desde pequeño, desde que sabe hablar, A. se refería a sí mismo en masculino”. Así que “en el momento en que es consciente de que socialmente es leído como niña y le molesta, decidimos hacer esta transición social: activamos el protocolo de educación de la Xunta, empezó a llevar uniforme masculino al cole y con 5 años le cambiamos el nombre en el DNI”, cuenta.

Asesorados en este proceso por la entidad Euforia Familias Trans-Aliadas, los padres no lo han tenido fácil. Inicialmente, en septiembre de 2021, el Registro Civil, con otro juez al cargo, resolvió en su contra. Tras un recurso, la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública ordenó, en febrero de 2022, revocar esa desestimación y retrotraer las actuaciones para escuchar al menor. El magistrado Darío-Carpio Estévez se entrevistó distendidamente con él el pasado mes de marzo, para evaluar su grado de madurez respecto a la solicitud de cambio de la indicación de sexo. “Me siento niño desde siempre”, le dijo A.

El juez indica que “hay datos suficientes para colegir que, en su faceta escolar, se trata de un menor muy despierto que, en su ámbito académico obtiene muy buenas notas”. Además, continúa, es “de importancia notoria que está rodeado de unos determinados ambientes que se han de considerar ciertamente positivos”. La autoridad añade que este niño “piensa desde hace muchísimo tiempo como varón, tal como le ha manifestado a este entrevistador, coincidente con lo mismo que le había manifestado y planteado a su padres”.

El magistrado aprecia un “elevado grado de madurez como persona que piensa y actúa como varón desde hace años”. Presenta una “suficiente madurez”, así como una “notoria y manifiesta estabilidad emocional y sensitiva”. El juez del Registro Civil de Orense concluye que el menor se encuentra, “sin duda alguna, en una situación estable de transexualidad para poder llevar a cabo el cambio de sexo en la corrección de su acta asentada en el registro”. Sus actividades de ocio y deporte las lleva a cabo junto a otros niños varones. El juez observa que “todas y cada una de las actuaciones del menor indican con claridad que piensa y actúa, desde siempre, como varón”. “La identidad de género, efectiva y verdaderamente sentida, por el solicitante es, sin lugar a dudas, la de varón”, concluye.

En esa línea, el magistrado Darío-Carpio Estévez expresa que “no tendría sentido que se le condenara a A. a seguir contando en su acta registral como mujer, lo que pudiera provocar situaciones que pudieran indeseables. Pensemos en la vida cotidiana del inscrito al que le piden su documentación, y en cuyo DNI figura como mujer cuando en realidad ya posee nombre de varón”, expone. El cambio en el registro civil “de momento no le va a cambiar la vida”, cree la madre. “Le hizo más ilusión el cambio en el DNI y el hecho de que su nombre fuera reconocido. Que en cualquier sitio público pudiera ser llamado por el otro nombre le generaba angustia”. La madre alaba al juez: “Que haya hecho esto es una pasada, va a ayudar a un montón de personas a que hagan lo mismo”.

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