Hubo muchas sonrisas y alguna que otra lágrima. Hubo satisfacción, orgullo y gratitud. No era para menos: los 50 años que lleva Unicef luchando en Asturias por defender y hacer visibles los derechos de los niños recibieron ayer el premio "Asturiano del mes" de abril en un emotivo encuentro en la sede central de LA NUEVA ESPAÑA al que no quiso faltar el presidente del comité español de Unicef, el pixueto Gustavo Suárez Pertierra.

La junta directiva de la ONG, presidida por María José Platero, se mostró unánime a la hora de agradecer a LA NUEVA ESPAÑA la atención recibida, en especial un reconocimiento que, según destacó Suárez Pertierra, "ayuda a visibilizar los problemas de la infancia. Vivimos de nuestra reputación y la alianza con los medios es imprescindible. Y aquí somos muy bien tratados".

Palabras respaldadas por Platero, quien recordó, a modo de elocuente ejemplo, que el Principado cuenta con 44 "Ciudades amigas de la infancia", un proyecto que nació en 2006, y de ahí la importancia de que la sociedad sepa lo que eso significa: valoran a la infancia y hacen políticas pensando en los niños y adolescentes, con grupos de participación para ser escuchados. Ese foro de la infancia cuenta con 1.500 niños que ponen voz a nivel autonómico a todos los menores de Asturias.

Gustavo Suárez Pertierra explicó que Unicef no puede hacer proyectos en países de renta media o alta, de ahí la importancia que tiene "sensibilizar a la sociedad sobre los derechos de la infancia, y trabajamos mucho para lanzar instrumentos para la enseñanza a distancia, para crear espacios saludables o dotar de sistemas de programación interna para traer suministros y aportar instrumentos técnicos a los centros de acogida".

"Y la sociedad responde de maravilla", subrayó Platero.

Ángeles Rivero, subdirectora general del periódico, se refirió a los méritos contraídos por Unicef en Asturias, convertida en "una de las comunidades más hospitalarias y sensibilizadas con los problemas de la infancia". Destacó la juventud de la directiva asturiana, que supone "un soplo de aire fresco". Acompañada por el director del periódico, Gonzalo Peón, y por su gerente, Eduardo Suárez, Rivero hizo entrega a Platero como representante de la "gran familia de Unicef" de los atributos del galardón: una escultura de Legazpi que siempre deja una estela de admiración, una caricatura del premiado, obra del dibujante Pablo García, y una primera página del periódico en la que se destaca su trayectoria con opiniones que elogian su trabajo y destacan su importancia.

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En imágenes: Entrega del "Asturiano del mes" a Unicef

Sin ocultar la emoción que sentía por la distinción a la ONG que preside, y que compartía con el resto de su directiva, Platero resaltó el trabajo de 1.500 niños que hacen un trabajo "extraordinario" por dar voz a la infancia en el Principado, e hizo una encendida defensa de la juventud: "Es fantástica, hay que conocerla y escucharla". Quiso dejar claro que el trabajo de Unicef por mejorar la situación de los niños "no es un regalo, les pertenece".

Suárez Pertierra también tomó la palabra. Dijo que venía "solo a aplaudir, pero mentiría si dijera que no me siento concernido". Concernido y satisfecho, "y orgulloso del comité asturiano", admirado por el resto de comités nacionales, que "vuelven los ojos siempre a Asturias" como ejemplo a seguir.

Erika Durán era ayer una persona muy feliz. Ella simboliza el trabajo de tantos jóvenes que se esfuerzan para que la voz de los niños suene alto y fuerte. En su Laviana natal, empezó a los 7 años a participar en un compromiso progresivo que, en un momento dado, la hizo pensar: "Estamos haciendo historia". Y es que conoció "neños y neñes con realidades diferentes y problemas distintos. Desde pequeña me sentí escuchada. Me siento muy orgullosa de lo que logramos, como la ley contra la violencia infantil". Emocionada, Durán habló también de lo importante que es para ella "falar en asturiano allá donde va" porque "va conmigo y es parte de mi identidad".

Erika, una luchadora por la infancia desde que era "neña"


Erika Durán era ayer una persona muy feliz. Ella simboliza el trabajo de tantos jóvenes que se esfuerzan para que la voz de los niños suene alto y fuerte. En su Laviana natal, empezó a los 7 años a participar en un compromiso progresivo que, en un momento dado, la hizo pensar: "Estamos haciendo historia". Y es que conoció "neños y neñes con realidades diferentes y problemas distintos. Desde pequeña me sentí escuchada. Me siento muy orgullosa de lo que logramos, como la ley contra la violencia infantil". Emocionada, Durán habló también de lo importante que es para ella falar en asturiano allá donde va porque "va conmigo yes parte de mi identidad".