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Los investigadores del MUJA rescatan las huellas de dinosaurio halladas en Colunga

Las dos icnitas, cuya integridad corría peligro por su proximidad al mar, fueron extraídas ayer y trasladadas al Museo del Jurásico

El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, con la alcadesa de Colunga, Sandra Cuesta, y los investigadores del MUJA. Abajo, las huellas del terópodo y el estegosaurio, y una recreación de Arturo de Miguel en la que un terópodo persigue a dos ornitópodos. | MUJA

El equipo de investigación del Museo Jurásico de Asturias (MUJA) recuperó ayer las huellas de dos dinosaurios de grandes dimensiones, un terópodo y de un estegosaurio, en los acantilados del entorno de Lastres, en el concejo de Colunga. La integridad de ambos restos estaba en peligro debido a la fuerza del oleaje en esa zona, lo que determinó su extracción. Las piezas se han incorporado a los fondos del MUJA, integrándose en una colección que cuenta ya con 714 piezas.

El rescate de los restos había generado una notable expectación. Allí estaban el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, y la alcaldesa de Colunga, Sandra Cuesta, que contemplaron en directo la recuperación de las piezas por parte del grupo de investigadores del museo, formado por los geólogos José Carlos García-Ramos y Laura Piñuela. Según explicó esta última, las dos piezas, de considerable tamaño, presentan algunas fracturas.

Los terópodos eran dinosaurios bípedos, la mayoría carnívoros, que se desplazaban únicamente con las extremidades traseras. El célebre Tyrannosaurus Rex pertenece a esta familia de dinosaurios, aunque la huella pertenece a otro animal. Por su parte, los estegosaurios eran cuadrúpedos vegetarianos con placas situadas sobre su espina dorsal.

La huella del terópodo es tridáctila (es decir, con tres dedos) y se corresponde con el pie derecho. Muestra unos dedos relativamente largos y estrechos. Por su parte, la de estegosaurio refleja un pie de unos 48 centímetros de longitud y 34 de ancho. Tiene forma de pala, con tres dedos también muy cortos y de terminación redondeada.

Las huellas se conservan en unos contramoldes en arenisca (rellenas de la huella real) y se encuentran en la misma capa de la "Formación Lastres", correspondiente al Jurásico Superior, con una edad aproximada de 154 millones de años. Según los especialistas, ambas pisadas corresponden a dos dinosaurios que se desplazaban sobre la parte subaérea de una llanura deltaica.

La recuperación de estas dos huellas permite enriquecer, aún más, la colección del MUJA, que es ya, tanto por su cantidad como por su diversidad y excelente estado de conservación, la mejor colección de huellas de dinosaurios de Europa integrada en un museo y la tercera del mundo, por detrás de la del Dinosaur Tracks Museum y la del Beneski Museum of Natural History, ambas en Estados Unidos. De hecho en los fondos del Museo colungués se encuentra la colección de huellas de estegosaurios más numerosa del mundo y algunas de las icnitas de terópodos y de estegosaurios de mayor tamaño conocido, de 78 y 58 centímetros respectivamente.

En la zona de la costa de Lastres donde se han recuperado las dos icnitas pueden verse otras huellas de dinosaurios, entre ellas algunas de grandes saurópodos. "Hay mucho material pero tiene la particularidad de que si no lo sacas a tiempo, el mar lo acabará destruyendo", explica Laura Piñuela. Algo que ya no sucederá con las dos huellas rescatadas ayer.

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