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Derecho a la vivienda

Decenas de vecinos evitan que un fondo buitre desahucie a dos jóvenes en el centro de València

El piso se encuentra sobre un centro social y por la presión de la propiedad solo quedan en la finca ellos y una anciana de 84 años | "Reivindicamos el derecho de los jóvenes a tener una casa", defienden los afectados

Evitan que un fondo buitre desahucie a dos jóvenes en el centro de València. GERMÁN CABALLERO

Noelia y Carlos se quedan en casa. Decenas de vecinos han evitado esta mañana el desahucio de estos dos jóvenes de un piso propiedad de un fondo buitre en la calle caixers, en pleno centro histórico de València. Por la presión y las amenazas del fondo de inversión, tan solo quedan en el edificio una anciana de 84 años y ellos. Los vecinos se han apostado la mañana de este lunes en la puerta desde primera hora de la mañana para evitar el desalojo.

Pero la victoria de los vecinos sobre el fondo solo ha sido temporal. El desahucio se paraliza a penas una semana, hasta el próximo día 14 de septiembre a las 09:15 de la mañana. El aplauso y la alegría de las vecinas y vecinos -que los turistas extranjeros presenciaban pensando que era algún tipo de fiesta- es temporal.

En septiembre de 2019 Good Capital Investments realiza la compra de este edificio en el centro y llegan las primeras protestas por la no renovación de alquileres a sus inquilinos. Los vecinos lucharon por conseguir un alquiler a precio asequible pero finalmente todos salvo una mujer de 84 (que logró un alquiler por su situación vulnerable) acabaron por ser expulsados.

Los vecinos aseguran que el fondo de inversión empleó tácticas que ahora sí están recogidas en la legislación contra el acoso inmobiliario, pero que antes no lo estaban. Por ejemplo, "órdenes de desahucio que se emitieron de manera informal, en base a cartas amenazantes contra los inquilinos", o "la petición de Good Capital Investment de que abandonaran las casas por motivo de 'reformas estructurales necesarias', pero sin aportar ninguna licencia". De hecho, Sandra Gómez, entonces vicealcaldesa y responsable del área de desarrollo y regeneración urbana, confirmó que no había ninguna licencia de obra concedida ahí.

El domicilio social de la empresa se encuentra en la misma planta baja de la finca. Pero los vecinos critican que, en realidad, es una sede fantasma ya que "el departamento se encuentra en estado de abandono y sin ninguna actividad, ni recientemente ni en el pasado. Además, también es la sede de otras muchas mercantiles que, mediante coacciones, fueron expulsando a los arrendatarios del edificio", critican.

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