La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El acoso escolar cambia tras el covid: más insultos y motes, y menos golpes y patadas

Uno de cada cuatro alumnos percibe "bullying" en su aula y más de la mitad piensa que su colegio no hace nada, según el último informe Anar

Los padres de la menor que trató de suicidarse, Kayta y Carlos, en su domicilio familiar. Andreea Vornicu

Uno de cada cuatro alumnos (el 24,4%) percibe que hay acoso escolar en su clase. Así lo recoge el informe "La opinión de los estudiantes", realizado por las fundaciones Anar y Mutua Madrileña y presentado ayer. La cifra sube con respecto al curso anterior, cuando el "bullying" fue detectado por el 15% de los estudiantes, pero sigue por debajo de los índices registrados antes de la pandemia (2019), con un 34%. Según el estudio, elaborado con una muestra de más de 5.100 alumnos y 229 docentes de Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Baleares y Canarias, revela que el acoso escolar ha cambiado tras el covid. Ahora lo más frecuente es insultar y poner motes, mientras las agresiones físicas bajan, aunque estas se cometen cada vez más en grupo.

En concreto, los insultos, los motes y las burlas representan el 89,5% de los casos. Por su parte, los golpes y patadas pasan del 38% de 2020-21 a un 31,8% en el estudio actual. Entre los motivos por los que se produce acoso escolar destacan el aspecto físico de la víctima (56,5%) y las cosas que hace o dice (53,6%). Menos frecuente, pero también destacable son las buenas notas (20,7%) o que el agresor sea agresivo (20,2%). En este sentido, el informe destaca que en el 72,6% de los casos la agresión se lleva a cabo entre varias personas. Un incremento que viene registrándose en los últimos años y que ya alcanza a tres de cada cuatro casos de acoso detectados en este informe.

Y "bullying" en el aula al digital. La novedad en este terreno es que si bien WhatsApp sigue siendo el principal medio por el que se produce el ciberacoso (66,9%), entran en escena con fuerza otras redes sociales no mencionadas en encuestas anteriores como Instagram (53,1%) y TikTok (48,6%). Los alumnos de Primaria también mencionan los juegos online, Twitch y Facebook. Un dato llamativo y preocupante es que el 24,4% de los jóvenes encuestados reconoce que pudo participar en una situación de acoso escolar sin darse cuenta, un porcentaje 2,6 puntos más alto que en 2020 y 2021.

Los alumnos participantes en el estudio están convencidos de que ni los docentes ni las direcciones escolares hacen mucho para frenar el acoso. El 45,4% considera que su profesor no hace nada y seis de cada diez (61,7%) añaden que la dirección del centro también se queda de brazos cruzados. Igualmente, la mitad de los alumnos y alumnos admite que sus compañeros tampoco mueven un dedo por zanjar el acoso.

Los docentes también hablan en este informe. Casi la mitad de ellos (el 45,9%) dice haber tenido conocimiento de algún caso de acoso escolar. De estos, más de la mitad (56,5%) son profesores de Secundaria y siete de cada diez (69,2%) son mujeres. Suelen enterarse principalmente a través de los compañeros/testigos, de la familia o del alumno afectado más que por ellos mismos u otro docente.

En Asturias, familias y expertos tienen la percepción de que esta lacra va a más: suben los casos, cada vez se dan en edades más tempranas y las autolesiones se agudizan. El último caso mediático tuvo lugar en marzo, con alumnos de varios centros de Oviedo involucrados. La Consejería de Educación ha anunciado que lanzará este curso la campaña "Menos pantallas, más vida" para "reflexionar activamente sobre el uso excesivo de las nuevas tecnologías.

Una niña víctima de acoso intenta suicidarse en Zaragoza tirándose por la ventana de su casa

"Es un milagro que Saray esté viva". Esta es la frase que más ha oído en los últimos días Katya, la madre de Saray, una niña zaragozana de 10 años y que el pasado viernes decidió acabar con su vida tirándose por el balcón de su casa. Por suerte, no consiguió su propósito y solo sufrió una fractura de cadera y una fisura en su tobillo izquierdo, además de las evidentes contusiones provocadas por la caída desde el tercer piso en el que vive con sus padres, que en ese momento no se encontraban en casa. Está ingresada en la UCI y pronto pasará a planta, pero quizá la herida que más le duele ahora mismo es que la pesadilla que la condujo a esa decisión no haya terminado. Sus progenitores lo achacan, según explicaron, a un supuesto caso de "acoso escolar" que la menor llevaba "sufriendo desde el curso pasado en el colegio", donde estudia. "Le hacían la vida imposible casi a diario", asegura Katya. "Sudaca de mierda" o "vuélvete a tu país" eran dos los insultos que, según la familia, solía sufrir la niña. "Saray dejó sobre la mesa del salón una nota en la que se despedía de su hermano y de su padre, me pedía disculpas por lo que iba a hacer y me deseaba una larga vida", cuenta la madre. Su caso ha motivado la apertura de una investigación policial y también por parte del departamento de Educación del Gobierno aragonés y del propio colegio zaragozano.

Compartir el artículo

stats