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Expertos de todo el país en Lengua Castellana se rebelan contra la nueva EBAU que diseña el Gobierno: "Los estudiantes serán más ignorantes"

La futura prueba "esconde una reducción inadmisible de contenidos", avisan los coordinadores autonómicos de la materia, entre ellos la asturiana Serafina García

Alumnado en la EBAU el pasado mes de junio. RAFA VÁZQUEZ

Con la nueva EBAU, "nuestros estudiantes serán más ignorantes y segundo de Bachillerato se convertirá en un curso prescindible". Así lo advierten trece de los quince expertos que formaron parte de la comisión nacional para el diseño de la futura prueba de acceso a la universidad de Lengua Castellana y Literatura. Los trece, incluida la coordinadora asturiana de esta materia, María Serafina García, firman un duro escrito contra el Ministerio de Pilar Alegría titulado "Competencias para la nada". Responsables del examen en Castilla y León, Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura, Comunidad Valenciana, Canarias, Madrid, Cataluña, La Rioja y Murcia, además del propio Principado, aseguran que la selectividad que pretende implantar el Gobierno central en 2024 "esconde una reducción inadmisible de contenidos".

"Si bien estamos de acuerdo –comentan– en que las pruebas necesitan una revisión profunda y en que deben ser más competenciales y menos memorísticas, creemos que esta propuesta esconde una reducción inadmisible de los contenidos que sustentan las competencias, especialmente en el caso de las lenguas, que se limitan a servir como mero instrumento de expresión". El examen actual de Lengua Castellana y Literatura incluye, en casi todas las comunidades, al menos un comentario de un texto, un análisis lingüístico (morfológico y sintáctico) y una reflexión literaria sobre algún texto leído. Sin embargo, alertan, "todo esto desaparecerá" en la nueva EBAU. En consecuencia, recalca María Serafina García, que es directora del departamento de Filología Española de la Universidad de Oviedo, "no se evaluarán las competencias en Lengua y Literatura".

El documento presentado en julio por el Ministerio de Educación agrupa las pruebas de Lengua Española, Lengua Cooficial, Lengua Extranjera, Historia e Historia de la Filosofía en la futura selectividad. "El potencial atractivo de una prueba interdisciplinar, aparentemente orientada a evaluar la madurez y el juicio crítico de los estudiantes, se desvanece al analizar su estructura", señalan los expertos nacionales. La nueva prueba constará de "veinticinco preguntas, redactadas en las tres lenguas del examen y divididas en dos grupos: preguntas cerradas y semiconstruidas, eufemismo que esconde un simple rellenado de huecos con una palabra o expresión breve". "A estas se suman tres preguntas de desarrollo, cuya risible extensión (un párrafo largo o dos breves) no permitirá, de ninguna manera, evaluar ni la madurez del estudiante ni su expresión escrita", lamentan. A lo que añaden: "Esta prueba exige veintisiete veces menos que la de ahora y obligará a los profesores a enseñar trucos para rellenar huecos".

Por si fuera poco, "desaparecerá el estudio literario, ya que ni siquiera se menciona en el documento ministerial". Como resultado, "nuestros estudiantes serían más ignorantes y, al no estudiar las literaturas de sus lenguas, fomentaríamos la aculturación de nuestros jóvenes". "Una vez más esta propuesta se ha redactado sin oír a las universidades, al profesorado de Secundaria ni a los responsables de las pruebas en las comunidades", concluyen.

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