No me he vuelto loco al recomendarles este vino. Hace unos días le han otorgado una puntuación de cien puntos sobre cien, creo que mi obligación es informarles de ello. Es lo que hay y no podría ser de otra forma. Pingus supongo que será ese vino icónico por todos conocido y por nadie probado. Hasta hace unos pocos años, se decía que era un vino leyenda y muy poca gente había tenido una botella en sus manos. Peter Sisseck, un danés que trabaja en la bodega Hacienda Monasterio de Ribera del Duero es el creador de este vino y sus hermanos más humildes Flor de Pingus y PSI, que salen de su microbodega de Quintanilla de Onésimo, en plena milla de oro vallisoletana.
Pingus es elaborado únicamente a partir de dos pequeñas parcelas prefiloxericas de La Horra, siguiéndolos preceptos de la biodinámica. Se cría unos veintidós meses en barricas de roble usadas por un solo vino que le hace ser más sereno y menos explosivo. Como yo no he tenido, ni creo que tenga el placer de beberlo, les transcribo a continuación parte de las notas de Luis Gutierrez, el hombre de Parker en España responsable de haberle colocado los 100 puntos.
"Hay un montón de notas florales, violetas, incluso lirios; es muy aromático, sutil y preciso con sólo algunas especias indias en el fondo para darle un carácter exótico. Con el tiempo en la copa, hay algunos aromas terrosos y minerales. Tiene una rara combinación de potencia y finura, concentrado pero delicado, con mantequilla, taninos ultra refinados, buen equilibrio, acidez, largo y una textura sedosa, no es fácil de encontrar en la Ribera del Duero. Este podría ser el mejor Pingus elaborado nunca, al estilo de 1996, un año de elegancia y buena acidez. Este vino tiene la conjunción de sus conocimientos y las mejoras en los viñedos. Es impresionante, simplemente perfecto"
