La exregatista británica Ellen MacArthur ha apostado este viernes por abandonar la actual economía lineal, más contaminante, para pasar a un sistema circular que permita abordar algunos de los desafíos globales más apremiantes, como el de conseguir ser la generación que siente las bases para ceder un planeta más saludable.

En su discurso en la ceremonia de los Premios Princesa, MacArthur, que ha recibido hoy el galardón de Cooperación Internacional 2022, ha abogado por hacer crecer la biodiversidad, regenerar los recursos naturales y combatir la crisis climática a través del cambio de hábitos al dejar atrás un sistema económico basado en la extracción, el desperdicio masivo y la contaminación.

En este sentido, ha abundado en conseguir "un planeta que tenga una economía próspera, que crezca en armonía con la naturaleza, y no contra ella" y ha subrayado que, si la ambición se combina con la acción, se puede lograr.

"Al igual que la circunnavegación española de hace 500 años, necesitamos un precursor en el que inspirarse", ha apuntado MacArthur en homenaje al español Juan Sebastián Elcano, que realizó "el viaje marítimo más importante jamás realizado”.

Un viaje que inspiró el "sueño" de una niña de cuatro años de navegar alrededor del mundo, que alcanzó en 2002 en compañía de otras personas mientras que, en 2005, cumplió su anhelo de convertirse en la navegante que más rápido completó la vuelta al mundo en solitario.

“Lo que tengo en este barco es todo lo que tengo. No hay más”, ha recordado MacArthur que escribió en su cuaderno de bitácora a bordo del trimarán cuando estaba sola en el mar y su vida dependía de que "no se acabaran sus limitados recursos de combustible, agua o comida".

En este sentido, ha indicado que el mundo es nuestro barco, que "también tiene recursos finitos", pero la humanidad se comporta y maneja la economía como si los recursos nunca se fueran a agotar.

"Cogemos algo del suelo, hacemos algo con ello y luego lo tiramos; cogemos, fabricamos, desperdiciamos: es una economía lineal. Es un sistema económico basado en la extracción, el desperdicio masivo y la contaminación, y por ende, en la destrucción de los ecosistemas y la naturaleza. El daño nos rodea totalmente y ya no puede ser ignorado", ha denunciado.

MacArthur ha rechazado que su discurso sobre una economía que no se agota, que aprovecha la innovación y la creatividad e induce al crecimiento a largo plazo mientras hace un mundo mejor "sea mera teoría".

Además, la activista británica ha dicho que "uno de los ejemplos más llamativos del fracaso de una economía lineal es el plástico, que supuso una revolución y es "muy útil", pero que, en muchos casos, "se encuentra ahí donde no debería estar".

"¿Por qué fabricar, hoy en día, algo que sabemos que se convertirá en un residuo? Millones de toneladas de estos desechos plásticos se filtran al medio ambiente todos los días, y por eso, hace siete años, en nuestra Fundación elegimos los plásticos como un área clave en la que trabajar", ha resaltado.

Ha señalado el "enorme desafío que requiere un verdadero cambio sistémico", lo que significa que la participación tendrá que provenir de todos los sectores, que, realmente, tienen que "involucrarse", aunque ha indicado que "la buena noticia es que ésto está empezando a suceder".

En este sentido, ha destacado que las empresas ya están invirtiendo miles de millones de dólares en esta transición y los gobiernos, como el español, están desarrollando planes nacionales, pero, ha advertido de que "se necesita hacer mucho más", ya que "aquí hay una verdadera esperanza" y es "una oportunidad que se da una sola vez en una generación".

"¡Qué logro! Ser la generación que permitió que las futuras generaciones pudieran transmitir un planeta más saludable", ha aseverado la exregatista británica, que ha concluido su discurso agradeciendo al jurado este premio y al equipo de la Fundación MacArthur, "sin el cual nada hubiera de esto hubiera sido posible".